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| Foto: Archivo particular

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Bolivia reclama a Chile una salida al mar ante la Corte Internacional de Justicia

Desde ayer comenzó la fase de alegatos de la demanda marítima entre Bolivia y Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. Han pasado cinco años después de que La Paz interpusiera un reclamo ante este tribunal por una salida al océano Pacífico.

20 de marzo de 2018

El lunes Bolivia dio inicio a la última fase de la disputa con la presencia de su presidente, Evo Morales, y del equipo jurídico, conformado por 30 expertos. Habrá otra sesión para el país andino este martes.

Chile, por su parte, responderá el 22 y 23 de marzo. Habrá otra audiencia para La Paz, el 26, y otra para Santiago, el 28.

A finalizar el turno de la delegación boliviana en su primer día de alegatos, Morales envió un mensaje en su cuenta de Twitter en el que se mostró sorprendido y felicitó a su equipo ”por el gran conocimiento, con elementos jurídicos e históricos”.

“Trabajo basado en el Derecho Internacional, para que se resuelvan con diálogo los problemas entre Bolivia y Chile”, añadió Morales. 

Bolivia reclama la región de Antofagasta. En la víspera, el jefe de Estado boliviano reiteró que en 1825, cuando se fundó Bolivia, el país nació con Antofagasta, pero añadió que una invasión les arrebató todo el litoral.

”No se puede tergiversar la verdad. El Tratado de 1904 fue impuesto por las armas, pero no vinimos por este tratado sino por los compromisos incumplidos”, expresó.

La Paz recalca que diferentes gobiernos chilenos les han hecho ofrecimientos para una solución a un acceso soberano al mar luego de la Guerra del Pacífico, entre 1879 y 1883, en la que afirma que Santiago les arrebató 400 kilómetros de costas y 12 mil kilómetros cuadrados de tierra.

Sin embargo, no han logrado tener un acceso al mar, por lo que en 2013 Bolivia presentó la demanda ante el tribunal internacional.

Segundo día de negociaciones

El equipo de abogados de Bolivia inicia este martes su segunda intervención ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para explicar los fundamentos de la demanda marítima que interpuso contra Chile y que obligarían a este último a negociar una salida al océano Pacífico.

“Es la segunda parte y se abundará en por qué Chile tiene la obligación de cumplir compromisos que son jurídicamente exigibles”, explicó el portavoz para la demanda marítima y expresidente de Bolivia, Carlos Mesa, a la estación Radio Compañera.

Durante el segundo día, los abogados de los intereses bolivianos explicaron que este proyecto de negociación inició desde 1920. Añadieron que el acuerdo de Charaña de 1975 entre los dictadores Hugo Banzer y Augusto Pinochet avanzó en las negociaciones de esta salida al Pacífico.

El presidente Evo Morales asistió a ambas jornadas de alegatos que iniciaron el pasado lunes. "Los bolivianos alentamos a que juntos construyamos un ambiente propicio al inicio de esta nueva era para el restablecimiento de relaciones diplomáticas desde La Haya", afirmó durante una conferencia a la prensa internacional en el Hotel Crowne, en el centro de la ciudad de La Haya.

"Repudiar" obligaciones

Bolivia denunció este lunes ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el intento de Chile de "repudiar" una eventual obligación de negociar un acceso al océano Pacífico para el país andino, al inicio de la última fase de su disputa ante este tribunal.

"Chile ha tratado de repudiar ese compromiso en 2011", dijo el representante boliviano ante la CIJ, el expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé, para quien esa negativa provocó que el gobierno de Bolivia llevara el caso ante esa corte de la ONU en 2013 con sede en La Haya (Holanda).

Y, en 2011, las palabras del entonces presidente de Chile, Sebastián Piñera, quien asumió de nuevo recientemente las riendas de su país, asegurando ante la ONU que "no hay asuntos territoriales pendientes" con Bolivia, representa la consagración del incumplimiento, según La Paz.

"Chile ha reconocido por más de un siglo el derecho de Bolivia de obtener un acceso soberano al océano Pacífico" mediante "acuerdos, promesas unilaterales y prácticas diplomáticas", defendió el presidente boliviano, Evo Morales, en una rueda de prensa en un hotel de La Haya.

Morales, Piñera, Antofagasta 

La expectación es alta. El presidente boliviano, que aspira a su reelección en 2019 en un continente cuyos gobiernos viran hacia la derecha, se desplazó incluso a La Haya como parte de la delegación boliviana, algo inusual.

Y, aunque la disputa se centra en la "obligación de negociar un acceso al océano Pacífico", la cuestión fronteriza sobrevolaba el ambiente, incluso con cruces de tuits entre Morales y Piñera sobre la soberanía de Antofagasta que, en virtud del tratado de 1904, pasó a control chileno.

Desde Chile, el inquilino del Palacio de la Moneda reiteró también la posición de su país de que no tienen nada que negociar, pero abrió la puerta a "escuchar y dialogar con Bolivia" como "la mejor forma de conducir las relaciones entre dos países vecinos".

Más allá de ambos países, que sólo tienen relaciones a nivel consular desde 1978 tras un fallido acercamiento, los alegatos y la futura decisión del tribunal también serán seguidos de cerca en Perú, país aliado de Bolivia en el conflicto del siglo XIX.

Perú firmó un acuerdo con Santiago en 1929 que establece que debe ser consultado, si Chile decidiera ceder en algún momento a Bolivia un territorio que fue peruano antes de la guerra.

Chilenos y bolivianos enfrentan un segundo proceso en trámite en la CIJ, por el uso de las aguas del Silala. Para Chile, que presentó en 2016 la demanda, es un río internacional, mientras que Bolivia lo considera un manantial que le pertenece.

Con información de Anadolu y AFP