Home

Mundo

Artículo

MUNDO

Inseparables: un bombero y su perro fallecen con una hora de diferencia

El vínculo entre el bombero y su amado perro hizo que uno no pudiera vivir sin el otro, a tal punto de morir juntos.

28 de mayo de 2020

En 2011, Daniel Hove, un veterano de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y posterior jefe de Bomberos, fue diagnosticado con cáncer de páncreas y desde entonces su perro Gunner formó un vínculo inquebrantable con él durante todo el proceso por el que tuvo que pasar.

Daniel fue uno de los bomberos más reconocidos y comprometidos con su trabajo, pero hacia el año 2012 tuvo que retirarse por los inconvenientes de salud que empezó a tener por el cáncer de páncreas. Y aunque estuvo triste los primeros días, encontró en Gunner la energía que necesitaba para sobrellevar el proceso que se venía con su salud.

Fuente: Facebook Heather Nicoletti

Heather Nicoletti, hija de Hove, compartió la historia de su padre y su leal labrador a través de Facebook, asegurando que “fueron los mejores amigos hasta el final. Iban juntos a todas partes”. Dijo que el perro, de 11 años, siempre permanecía muy cerca de su amo, por lo que tuvieron que instalar sus camas una al lado de la otra.

Nicoletti dijo que para la familia no fue extraño o sorprendente el vínculo que empezó a crecer entre el amo y el perro, pues a medida que su amor iba creciendo, la salud de Hove decaía, ya que estaba empezando la fase terminal del cáncer.

“Cuando mi papá se agitaba, el perro se agitaba; mi papá estaba inquieto, el perro estaba inquieto (...) Mi papá no respondía y Gunner tampoco. Cuando observamos que Gunner no se movía mucho supimos que el fin de los dos se acercaba”, recordó.

El lamentable fallecimiento de Gunner, el perro labrador, se produjo en una clínica veterinaria, adonde acudió la familia debido a que su mascota amaneció con las patas hinchadas. “Le aplicaron una inyección y murió. Volví a casa y, una hora después, mi papá murió”, señaló Heather.

Aunque para Heather Nicoletti estas pérdidas fueron tristes, en su relato dijo estar feliz porque su padre no tuvo que despedirse de su compañero y porque Gunner se haya marchado con él, puesto que “no habría podido vivir un minuto sin su mejor amigo”.