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Bond a lo lobo

1 de enero de 2001

A pesar de la fama bien ganada de espía de Vladimiro Montesinos muy pocos habían visto hasta qué punto el asesor del destituido presidente peruano Alberto Fujimori hacía honor a su leyenda. Hasta la semana pasada, cuando la cadena Panamericana Televisión mostró la casa de playa de Montesinos al sur de Lima. El programa presentó una mansión de cortinajes de plástico, enormes camas de color rosa, sofás de terciopelo beige y chimeneas postizas, con piscina bajo techo y un bar en el que cada parlante está equipado con cámaras de video, en las que Montesinos solía grabar sus visitas. De especial atención fueron el teléfono satelital del dormitorio principal y las fotos de su secretaria, que adornaban el baño privado y el gimnasio. Y, por supuesto, la bañera rosa que, al ser levantada, daba acceso a un túnel de escape que terminaba en la calle. Montesinos, por lo visto, estaba preparado para cualquier cosa.