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Choque de trenes en caso Lula da Silva lo tiene con un pie en la cárcel y otro en la libertad

El juez Joao Pedro Gebran Neto, encargado de la operación anticorrupción Lava Jato, canceló una orden de liberar al expresidente emitida sorpresivamente por otro magistrado. Sin embargo, el juez de guardia insiste y ordena liberar a Lula de inmediato.

8 de julio de 2018

Un embrollo judicial tiene al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva con un pie en la cárcel y otro en libertad. En las últimas horas se han dado  órdenes judiciales que se contradicen entre sí. El juez de apelaciones brasileño que en su turno de guardia había ordenado este domingo la liberación de Lula, una medida que fue cancelada posteriormente por otro juez, volvió a publicar un mandato para que el líder de la izquierda salga de prisión inmediatamente.

El choque de trenes -que en escasas horas ha hecho pensar que Lula estaría libre, que seguiría preso y ahora nuevamente libre- está creando una verdadera confusión en Brasil, que en octubre celebrará las elecciones presidenciales más inciertas de su historia en las que el exmandatario es favorito.

"Reitero el contenido de las decisiones anteriores, determinando el inmediato cumplimiento de la medida de liberación en el plazo máximo de una hora", escribió después de las 16H00 locales el juez Rogério Favreto de la TRF4, la corte de apelaciones de Porto Alegre (sur) que aumentó de nueve años y medio a 12 años y un mes la pena de cárcel para el expresidente (2003-2010).

La asesoría de prensa del tribunal confirmó que, aunque el juez relator del caso había cancelado la orden poco antes por considerar que no se puede desacatar una decisión colegiada anterior, la orden del juez de guardia es la que vale ahora.

Lula cumple una pena de 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero desde el pasado 7 de abril en la sede de la Policía Federal en Curitiba (sur), acusado de haber recibido un apartamento de parte de una constructora a cambio de favores.

"¡Lula libre!"

"¡Lula libre ahora!" se podía leer en la cuenta de Twitter del exmandatario poco después de que se publicara la orden de liberación.

Los mensajes de júbilo de figuras destacadas del PT pasaron a ser de descalificación de los jueces una vez suspendida la orden.

"Gebran, el relator de vacaciones, que no está de guardia y por tanto no tiene autoridad para determinar cualquier acción judicial, en colusión con la Policía Federal, quiere mantener a Lula preso. ¡Rotas las garantías constitucionales y de derecho! ¡Todos a Curitiba, todos a las calles!", proclamó en Twitter la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, en Twitter.

"La decisión judicial precisa ser obedecida, aunque contraríe la posición del juez federal de Paraná (Sergio Moro) que oficialmente está de vacaciones y no podría manifestarse", dijo, de su lado, la expresidenta Dilma Rousseff, destituida en 2016.

Unos 500 manifestantes se concentraron con banderas de "Lula libre" a las puertas de la sede policial en Curitiba, observó un fotógrafo de la AFP.

Lula fue condenado como beneficiario de un apartamento en el litoral paulista ofrecido por la constructora OAS, a cambio de mediaciones para obtener contratos en Petrobras.

El expresidente, imputado en otros seis casos, niega que ese apartamento sea suyo y considera su condena parte de un complot de las élites para que no pueda volver al poder.

Aunque hubiera sido liberado, la candidatura de Lula debería ser invalidada por el tribunal electoral al estar condenado en segunda instancia, según la ley brasileña.

Lula lidera todas las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre, con un tercio de las intenciones de voto.

Con información de AFP