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| Foto: EFE

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Canal de Panamá: siguen obras pese a cumplirse ultimátum

Este lunes se cumplía la fecha límite de los contratistas para que se les pagaran millonarios sobrecostos.

21 de enero de 2014

Las obras de ampliación del Canal de Panamá prosiguieron el lunes, aunque a baja intensidad, pese a haberse cumplido el plazo que dio el consorcio encargado a la administración de la vía para que se le paguen sobrecostes multimillonarios para continuar las tareas.

"Siguen trabajando a baja intensidad, como la semana pasada", dijo el lunes a la AFP el administrador del Canal, Jorge Quijano, quien ha calculado que la actividad podría estar por debajo del 30%.

Grupos Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la empresa española Sacyr y formado también por la italiana Salini Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana (CUSA), informó el domingo de que no contemplaba paralizar las obras, pero aclaró que "podrá evaluar la situación y tomar la decisión que corresponda en cualquier momento".

El consorcio amenazó el 30 de diciembre con suspender las obras si antes de este 20 de enero la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) no le reconocía un sobrecoste de 1.600 millones de dólares sobre el valor original de la construcción del tercer juego de esclusas (3.200 millones de dólares), principal proyecto de la ampliación, de un coste total de 5.250 millones de dólares.

El conflicto llegó hasta la Comisión Europea, cuyo vicepresidente, Antonio Tajani, anunció que mediaría en la crisis.

Se busca "una solución financiera para que las empresas resuelvan el problema de liquidez inmediato y la obra pueda continuar al ritmo previsto", declaró el lunes el ministro de Relaciones Exteriores español, José Manuel García-Margallo.

Sin embargo, la ACP respondió en un breve mensaje enviado a la AFP "que el contrato del tercer juego de esclusas ya contempla los mecanismos de resolución de disputas y no puede hacer nada más allá de lo que le diga del contrato".

Este martes, GUPC y la ACP se reúnen con la aseguradora Zürich América International por la fianza de 600 millones de dólares que salvaguarda la construcción del juego de esclusas. "La reunión con la aseguradora puede aclarar algunas cosas", dijo a la AFP el ministro del Canal, Roberto Roy.

El lunes, GUPC propuso a la ACP a través de un comunicado difundido en Madrid cofinanciar los sobrecostes para avanzar con las obras, pero la Autoridad del Canal rechazó de plano la propuesta por estar fuera del contrato.

Enormes grúas, andamios, camiones y otros equipo pesados de construcción podían verse el lunes en una enorme zanja, pero la cantidad de trabajadores se había reducido considerablemente.

El líder sindical de la construcción, Saúl Méndez, afirmó que hay "incertidumbre" entre los trabajadores porque la empresa no les ha comunicado "si van a parar o no la obra".

Más cara y con retraso

GUPC asegura que los sobrecostes los generaron "imprevistos" e informes geológicos erróneos de la ACP, que sostiene a su vez que el consorcio tuvo 14 meses para hacer sus propios estudios y una suspensión de los trabajos "carece de sustento".

La ampliación comenzó en 2009 y debía finalizar en 2014, cuando el Canal -inaugurado el 15 de agosto de 1914 por Estados Unidos— cumple 100 años. Pero con un retraso acumulado de nueve meses -lleva un avance global del 72% y del 65% en las esclusas-, ahora se espera que concluya en junio de 2015.

En la demora incidieron discrepancias sobre el cemento, que según la ACP, no cumplía los requisitos. Al concursar por el proyecto, GUPC presentó una oferta con un precio muy por debajo del de sus competidores. "Se sabía que no podía costar 5.250 millones de dólares. Desde el inicio se le mintió al país. Era la gran estafa", comentó el sindicalista.

Un nuevo retraso hace perder a Panamá ingresos proyectados de la ampliación, gracias a la cual pasarán por el canal superbuques con más de 12.000 contenedores, el triple de carga de los actuales.

El Canal aporta a Panamá unos 960 millones de dólares anuales —cerca del 10% de los ingresos fiscales totales— y se estima entre 300 y 400 millones de dólares lo que dejaría de recibir el país en caso de paralización de las obras.

Según algunos analistas, asumir los costes para concluir la obra implicará para el Estado endeudamiento, recortes presupuestarios o aumento de impuestos.

"Es un un golpe importante a la economía. Calculo que la ampliación costará 2.000 millones de dólares más", dijo el economista Francisco Bustamante, exfuncionario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El retraso no sólo impactaría en Panamá. La obra llevó a Estados Unidos a adaptar sus puertos del golfo de México y de la costa este con inversiones millonarias para dar cabida a los nuevos cargueros que pasarán por Panamá. "Se afectará a los armadores y habrá que reorganizar rutas y carga que ya estaban previstas" en esos puertos, agregó Bustamante.

Un 5% del comercio mundial pasa por el Canal, cuya ampliación permitirá que circulen por él 600 millones de toneladas al año, frente a las 300 actuales. Sus principales clientes son Estados Unidos y China.