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CARA O SELLO

El presidente F.W. De Klerk cita a un referéndum para determinar el futuro de su gobierno y de las reformas antirracistas de Sudáfrica.

30 de marzo de 1992

FREDERICK DE KLERK TIEne acostumbrados a los sudafricanos a su audacia. La semana pasada resolvió jugarse el todo por el todo, en un referéndum en el que estarán de por medio el futuro de su gobierno y de las negociaciones para incorporar a la población negra a la vida política del país. Los electores deberán contestar si apoyan o no el proceso de reforma iniciado en 1990 y destinado a nivelar los derechos civiles de los sudafricanos negros, que aunque son el 85 por ciento de la población, viven como ciudadanos de segunda en su propio país.
Lo que motivó al presidente a convocar el referéndum fue la derrota sufrida por su partido en las elecciones regionales de la provincia de Potchefstroom, en las que su candidato fue derrotado por el Partido Conservador, opuesto a terminar el apartheid. "Ha llegado la hora de la verdad de la política blanca", comentó el periódico Die Burger, de Ciudad del Cabo. Muchos negros se sienten incómodos por el hecho de que De Klerk se haya visto obligado a convocar un nuevo referéndum en el que la gente de color tampoco participará, puesto que el presidente sostiene haber terminado la opresión blanca.
De Klerk ha ofrecido su renuncia si es derrotado el SI oficial el 17 de marzo, lo que echaría por tierra todos los avances que se han logrado en las negociaciones con el CNA. Muchos piensan que ello podría llevar a la guerra civil, pues los conservadores quisieran regresar al antiguo régimen, algo que muy pocos negros estarían dispuestos a aceptar. -