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El estreno del alcalde más pequeño del país tuvo lugar el 15 de diciembre, con una gran fiesta con perros calientes, música country y una ceremonia en el que el bebé lució un esmoquin.

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Charlie McMillan, el alcalde de 7 meses

El bebé, alcalde honorario de su comunidad, es la cara de la nueva campaña anti aborto. Su madre casi interrumpe su embarazo.

26 de diciembre de 2019

"El desayuno del alcalde está listo", anuncia Chad McMillan en la sala de su rancho de Texas. El menú de esta mañana incluye una mamadera de leche tibia y una porción de puré. 

Charlie McMillan no es un funcionario ordinario de la ciudad. Con solo siete meses, es la nueva cara del movimiento antiabortista en Estados Unidos.  El bebé se convirtió en alcalde honorario de su comunidad de Texas en octubre con un dulce eslogan: "Haz que Estados Unidos sea amable otra vez", un giro de la frase de campaña del presidente estadounidense Donald Trump, que promete hacer a "Estados Unidos grande otra vez".

La "agenda" de Charlie incluye patriotismo, adopción y "vida", en referencia a la identificación como "provida" de los adversarios del aborto, que ha generado polémica. La aparición del alcalde infantil se produce en medio de una creciente ansiedad entre los defensores del derecho al aborto, que temen que la Corte Suprema invalide el fallo Roe v Wade, que hace 46 años legalizó la interrupción voluntaria del embarazo. 

"Uno de los ejes de campaña se centra en la valiente elección que (...) su madre biológica hizo para darle vida", dijo la madre adoptiva de Charlie, Nancy Jane McMillan. "Estaba en medio de una crisis y decidió no interrumpir el embarazo sino llevarlo a término, y fuimos los destinatarios increíblemente bendecidos de esa valiente elección", añadió.

Los padres de Charlie compraron en octubre el título de alcalde honorario en una subasta realizada como parte de una campaña de recolección de fondos para los bomberos de su comunidad de Whitehall, aproximadamente una hora al noroeste de Houston, en Texas.La iniciativa, que no involucra ninguna tarea real, fue "simplemente algo divertido que se nos ocurrió", dijo McMillan. 

Pero entonces la agente inmobiliaria de 43 años se dio cuenta de la influencia que el "Alcalde Charlie" tenía en la gente de Whitehall. "Solo un poco de amabilidad es muy útil y, en este momento de división política y cultural en Estados Unidos, es genial ver cómo un bebé de siete meses, con una promesa de campaña para hacer que Estados Unidos sea amable de nuevo, puede generar un cambio". 

Los padres de Charlie forman parte de la junta de desarrollo del Centro de Ayuda para el Embarazo de Houston, una organización cristiana que aleja del aborto a mujeres con embarazos no planificados. 

Ni demócrata ni republicano

El estreno del alcalde más pequeño del país tuvo lugar el 15 de diciembre, con una gran fiesta con perros calientes, música country y una ceremonia en el que el bebé lució un esmoquin. El dueño de un negocio local, Frank Pokluda, dijo que le tomó a Charlie el juramento del cargo, y "él asintió con la cabeza", aseguró.

"Miren la alegría que este niño ha traído a esta comunidad (...) Hay personas a las que les encantaría tener a estos niños", agregó. Los defensores de los derechos reproductivos de las mujeres sostienen que el acceso al aborto es vital para la igualdad de género, la reducción de la pobreza y muchos otros males sociales. Si se volviera a la ilegalidad de las interrupciones de embarazo, éstas se seguirían llevando a cabo pero en peores condiciones, con peligros potencialmente mortales para las mujeres, aducen. 

Chad McMillan, de 51 años, espera que su hijo pueda proporcionar un respiro muy necesario a un país dividido por las batallas políticas. "Esperamos que Charlie, que no es republicano, que no es demócrata, que no es independiente, que ama a la gente, pueda permitir que todos se tomen un respiro", dijo el pastor y misionero bautista, que votó por Trump en 2016. La Corte Suprema debería pronunciarse en la primera mitad de 2020 sobre una ley de Luisiana que, según sus críticos, obligaría al cierre de la mayoría de las clínicas de aborto del estado.

Varios estados restringieron este año el acceso al aborto, impidiéndolo en por ejemplo en caso de detectarse latidos cardíacos fetales, aunque los tribunales revocaron varias de esas leyes. Trump hizo campaña con la promesa de nombrar solo a opositores al aborto en la Corte Suprema. El mandatario ya ha designado a dos de los nueve jueces de la corte, lo que llevó a que en el máximo órgano judicial los conservadores sean mayoría (5 a 4).  

Los opositores al aborto cuentan con esos nuevos jueces para revocar el fallo Roe v Wade, o al menos permitir que los estados limiten el acceso al procedimiento.