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La ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde. | Foto: EFE

PERFIL

Christine Lagarde, la candidata favorita para suceder a Strauss-Kahn

La sólida carrera profesional de la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, y su solvencia en el G20 y en la gestión de la crisis del euro, la convierten en la ''preferida'' para ocupar la dirección del FMI.

27 de junio de 2011

La francesa Christine Lagarde, vista como la candidata favorita para dirigir el FMI tras la vacante que dejó la dimisión de Dominique Strauss-Kahn, se ha alzado con apoyos dentro y fuera de su país por su sólida carrera profesional y su solvencia en el G20 y en la gestión de la crisis del euro.

El jueves, en su discurso de intenciones ante el Consejo Ejecutivo del FMI en Washington, la ministra francesa de Economía y Finanzas aseguró que de ser elegida directora gerente no será benévola con Europa y ejercerá mano dura en las discusiones con sus líderes.

"No evitaré la sinceridad y la mano dura en mis discusiones con los líderes europeos; todo lo contrario", dijo Lagarde, quien defendió los duros "pero necesarios" ajustes que debe poner en marcha Grecia para restaurar la viabilidad de sus finanzas públicas y recuperar su competitividad.

Lagarde comenzó a trabajar en 1981 en la delegación parisina de Baker&McKenzie como abogada asociada, para pasar después como miembro del comité ejecutivo mundial en 1995 y cuatro años más tarde como presidenta del mismo.

En 2004 se alzó al frente del comité estratégico mundial y abandonó esa labor un año después para entrar en el Gobierno del entonces presidente francés, Jacques Chirac, como ministra delegada de Comercio Exterior.

"Dejé hace seis años y medio mi feliz vida profesional estadounidense para ponerme al servicio del país", declaró a mediados del pasado mayo para dejar claras sus motivaciones a la hora de incorporarse a la vida política.

Con esa declaración buscaba también alejarse de un asunto que amenaza con manchar su currículum, el supuesto abuso de autoridad cometido en la indemnización al empresario Bernard Tapie por la venta de Adidas en 1992, y sobre el que la Justicia gala decidirá el próximo día 8 si abre contra ella una investigación judicial.

La sombra de esa controversia se ha incrementado después de que la Fiscalía de París decidiera este miércoles la apertura de una investigación preliminar sobre el papel de altos funcionarios que cerraron el arbitraje favorable al empresario, aunque en la misma ella no está implicada.

Para cuando la Justicia gala se pronuncie ya estará elegido el próximo director gerente del FMI, cargo que también se disputa el mexicano Agustín Carstens y para el que Lagarde aparece como la favorita en particular de Europa, que controla casi un tercio de los votos de los 187 miembros de la institución.

Con 55 años, abogada de profesión y madre de dos hijos, se convertiría en la primera mujer en acceder a la dirección del FMI, de la misma manera en que en su día fue la primera ministra de Economía y Finanzas de un Estado miembro del Grupo de los Siete países más industrializados (G7).

A ese puesto llegó en junio de 2007 tras un breve paso como ministra de Agricultura y Pesca a principios del mandato del presidente Nicolas Sarkozy. Sus defensores subrayan su longevidad en un departamento, el de Finanzas, que en los siete años precedentes vio pasar varios titulares.

De ella se alaba también su perfecto dominio del inglés y su trabajo en la gestión de la crisis económica y financiera iniciada en 2008, pero dentro de Francia en las últimas semanas ha visto como el Partido Socialista, principal fuerza de la oposición, le ha retirado su apoyo, al igual que otras formaciones de la oposición.

Su suerte se decidirá el 30 de junio, dos días después de que los miembros del consejo ejecutivo del FMI inicien su reunión.

Nadie podrá quitarle ya, no obstante, haber ocupado en 2009 el puesto 17 en la lista de las mujeres más poderosas del planeta elaborada por la revista "Forbes", el quinto de entre las mujeres de negocio europeas realizada por el "Wall Street Journal", y ese mismo año, el título de mejor ministra de Finanzas de la UE concedido por el "Financial Times".