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Freddy Padilla de León, General y Comandante la las fuerzas Militares de Bogotá.

ANTETITULO

Colombia presenta "modelo exitoso" contra el crimen organizado

La palabra clave de un emprendedor es ‘perseverancia’. Y otras dos ayudan: ‘sociedad fiduciaria’. Por medio de ella el nuevo empresario puede darle un buen manejo administrativo a su negocio y dedicarse a innovar y a fortalecer su idea.

21 de octubre de 2010

A sí explicaba Steve Jobs, cofundador de Apple, la diferencia entre el triunfo y el fracaso en el mundo del emprendimiento: “Estoy convencido de que por lo menos la mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no lo son es la perseverancia”. Pero, además de esa característica, los nuevos empresarios deben controlar el manejo financiero y administrativo del negocio. Solo las buenas prácticas garantizarán su crecimiento, mientras que un mal funcionamiento será el resultado de una gestión errada y el causante de la caída de buenas ideas.

Todo emprendedor debería tener presentes estos tres propósitos: 1) ofrecer un producto innovador; 2) delimitar un mercado objetivo; 3) diseñar un modelo de negocio rentable. Sin dejar de lado otro aspecto clave como la integración orgánica de los factores que permiten que el negocio funcione de manera sostenible y práctica, es decir, un registro contable, estrategias de comunicación y publicidad, recurso humano y tecnológico, entre otros. En muchos casos, los emprendedores carecen de habilidades gerenciales y por esta razón se generan rupturas sustanciales dentro del eslabón productivo, lo que ocasiona pérdidas y hasta problemas legales para la empresa.

Frente a este panorama existe una alternativa que ha sido creada para que, en este caso, el emprendedor considere la viabilidad de su idea y, en consecuencia, el éxito de su negocio. Se trata de las sociedades fiduciarias, que funcionan mediante dos modalidades. Una, a través del encargo fiduciario y, otra, por medio de la creación de patrimonios autónomos. En la primera no es necesaria la transferencia del dominio de los bienes del negocio a la fiducia, pues siguen siendo del emprendedor; y en la segunda, es decir, el patrimonio autónomo, sí implica el traslado de los bienes a modo de fideicomiso para su correspondiente administración.

Desde la óptica del patrimonio autónomo, la figura de fiducia mercantil puede ser de gran ayuda dada la flexibilidad de su modelo, que se puede acomodar en beneficio del emprendedor y, de paso, facilita la negociación con un tercero. Es necesario resaltar que este modelo ocasiona costos adicionales por los servicios adquiridos, por lo cual es recomendable hacer un análisis de costos y beneficios, en el que se revisen las actividades que podría transferir el emprendedor al esquema fiduciario y así dedicarse a fortalecer su idea de negocio sin preocuparse por la administración del mismo.

Las sociedades fiduciarias permiten pensar en esquemas a la medida de las necesidades del emprendedor, dependiendo de la etapa de desarrollo y operación del negocio, especialmente si son startups (empresas que apenas inician su etapa de producción o prestación de servicios). Lo cierto es que contar con un aliado que ayude a administrar los registros, los estatutos, la contabilidad y demás tareas financieras es un valor agregado importante que garantiza la operación transparente, toda vez que las fiduciarias son entidades vigiladas por la Superintendencia Financiera.

El ideal es constituir un esquema de modelo de negocio en el que las dos partes (fiduciaria y emprendedor) formen una relación de beneficio mutuo, ya sea a través de desembolsos mensuales o pagos puntuales por tareas. Así, el emprendedor aprovecha el ‘saber hacer’ de la fiduciaria y la confianza que le transmite para liberar esta parte administrativa, mientras destina su tiempo a innovar y fortalecer su negocio.

Desde otra perspectiva, hay que decir también que el modelo fiduciario puede no ajustarse a algunos emprendimientos, por lo cual es necesario analizar primero si su naturaleza, flujos, operación y duración, entre otros aspectos, permiten sopesar el acople a este modelo. En este caso, los centros de emprendimiento se convierten en importantes aliados.