Diálogos dudosos

Aunque las dos jornadas de diálogo entre el gobierno y la oposición despertaron las esperanzas, la gran pregunta es qué tanto los diálogos servirán para pacificar el país, que en los últimos meses se ha sumido en una ola de sangre con un saldo de 41 muertos, más de 2.000 estudiantes arrestados y varios líderes de la oposición tras las rejas. Muchos ven las conversaciones como un intento de Nicolás Maduro por apaciguar las protestas y no tanto por llegar a un acuerdo. De ahí que varios miembros de la oposición no hayan asistido al encuentro, pues piensan que hacerlo le daría legitimidad al gobierno. Por otro lado, es muy desalentador que el propio Maduro dijera que el diálogo no busca ningún pacto, sino apenas la “tolerancia entre las partes”. Lo grave es que sin alianzas, salir de la crisis se vuelve cada vez más imposible aunque el gobierno se empeñe en negarlo.