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El punto de debate sobre el plan estará en si los fondos deben ser más como ayudas directas o en préstamos reembolsables. | Foto: AP

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El multimillonario fondo que propone Bruselas para sacar a la UE de la crisis

La Comisión Europea propuso un fondo de 750.000 millones de euros para ayudar a los países europeos más afectados por la covid-19. Aún falta el aval de los 27 miembros.

27 de mayo de 2020

La semana pasada Francia y Alemania, en cabeza de Emmanuel Macron y la canciller Angela Merkel, respectivamente, propusieran un fondo de 500.000 millones de euros como un salvavidas para los países más golpeados por la crisis sanitaria. Algunos los respaldaron. Sin embargo, hubo otros que se manifestaron en desacuerdo pues consideran injusto tener que endeudarse por otros que no tomaron las medidas oportunas.

A raíz de esta propuesta inicial, la Comisión Europea, que preside Ursula Von Der Leyen, anunció este mércoles su plan para ayudar a los países miembros de la Unión Europea. 

La Comisión plantea que, para salir de la profunda recesión en 2020, debe crearse un fondo de reconstrucción de 750.000 millones de euros, unos 825.000 millones de dólares.  "Un avance europeo para hacer frente a una crisis sin precedentes", lo llamó el comisario de Economía, el italiano Paolo Gentiloni.

Sin embargo, no será fácil sacar adelante la iniciativa, pese a los más de 173.000 fallecidos en el área y los severos daños económicos, con una contracción del 7,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de la UE en 2020, según Bruselas.

El reto de Von Leyen

Ursula von der Leyen enfrenta su mayor reto desde su llegada al cargo en diciembre. Luego de su propuesta, enfrenta algo más complejo aún: la aprobación de los 27 mandatarios, quienes deben darle luz verde su plan. Lo complejo es que estos no esconden sus diferencias y reproches sobre cómo salir de la crisis provocada por la pandemia.

Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea y exministra de Defensa alemana. Foto: AP

La presidenta de la Comisión invitó a los países de la Unión Europea (UE) a "dejar de lado los viejos prejuicios" y apoyar su plan de recuperación para sacar al bloque de la crisis del coronavirus. "Con la crisis con la que tenemos que lidiar ahora, es enorme nuestra responsabilidad para hacer lo correcto en esta situación (...) Se lo debemos a las próximas generaciones".

La división se centra en si el apoyo a los países más castigados por la covid-19, sobre todo Italia y España, debe ser con préstamos, como reclaman Países Bajos y sus tres socios "frugales", y aumentar la ya abultada deuda de los primeros. O si por el contrario es mejor que sea mediante ayudas directas.

Ese último escenario recibió la semana pasada el inesperado apoyo de Alemania, alineada tradicionalmente con los países "frugales" adeptos del rigor fiscal y que, junto a Francia, abogó por un fondo de medio billón de euros (unos 550.000 millones de dólares).

París y Berlín propusieron recaudar este dinero a partir de la emisión de deuda en los mercados por parte de la Comisión y repartirlo en forma de ayudas no reembolsables. La Haya, Viena, Estocolmo y Copenhague abogaron por préstamos reembolsables, con condiciones favorables.

La propuesta, que la exministra alemana debe presentar en la Eurocámara, pasa por un endeudamiento en los mercados y contaría con medio billón de euros en ayudas y el resto en préstamos, indicaron fuentes europeas a la AFP.

Del total, Italia recibiría hasta 81.807 millones en ayudas directas y 90.938 millones en préstamos, mientras que para España estarían destinados 77.324 millones en subvenciones y 63.122 millones en créditos reembolsables, según un documento que pudo ser consultado por la AFP. A propósito, el primer ministro italiano consideró "una señal excelente" el plan de la UE.

Una de las incógnitas por desvelar todavía es si la concesión de estas ayudas estará vinculada a cumplir con las recomendaciones anuales de reformas de Bruselas en el llamado Semestre Europeo, como avanzó días atrás su vicepresidente, Valdis Dombrovskis.

A pesar de este intento de conciliación, los debates entre los 27 mandatarios europeos, y a continuación con la Eurocámara, para su aprobación serán tensos. Especialmente cuando Europa enfrenta, para muchos, su mayor crisis desde la Segunda Guerra Mundial.

Norte, Sur, Este y Oeste

Los europeos reproducen, en otro contexto, las divisiones ya patentes durante la crisis de la deuda años atrás y que se saldó con el rescate de Grecia, a cambio de duras reformas. Así mismo los reproches de los países del Norte a los del Sur por, a su juicio, no haber controlado el gasto.

Madrid y Roma ya pelearon para que el fondo de rescate de la zona euro, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), no exigiera reformas a cambio de la concesión de líneas de crédito para afrontar la emergencia sanitaria, que se quedaron en un control de gastos.

Estas líneas de crédito forman parte de una primera respuesta de emergencia a la crisis de 540.000 millones de euros, junto al instrumento de préstamos para los planes de desempleo parcial (SURE) y los créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para empresas.

Emmanuel Macron y Angela Merkel, propusieron la semana pasada un fondo de 500.000 millones de euros como salvavidas para los países europeos más golpeados por el coronavirus. Foto: AP

Al inicio de la pandemia, la UE suspendió además sus techos de gasto y flexibilizó sus ayudas públicas que, según España e Italia, permitió que países menos endeudados gastaran más para rescatar sus economías en lugar de apoyar a sus socios europeos.

"O la Comisión pone sobre la mesa una propuesta que esté a la altura de la circunstancias y se llega a un acuerdo lo antes posible, o sufriremos todos Norte, Sur, Este y Oeste", dijo a la cadena Antena 3 la canciller española, Arancha González Laya.

Los analistas no esperan un acuerdo rápido sobre todo cuando este debate se suma al ya tenso sobre el presupuesto de la UE, sino que estiman que podría llegar a partir de septiembre con Alemania en la presidencia del bloque.

El fondo de reconstrucción estará de hecho vinculado al Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027, el primer presupuesto de la UE sin el Reino Unido y que debe financiar las nuevas prioridades de la Comisión: transición digital y ecológica, defensa y "autonomía estratégica".

El primer intento de llegar a un acuerdo en febrero se saldó con un fracaso. Los "frugales" querían limitar su tamaño del 1,07 % de la Renta Nacional Bruta (RNB) propuesto al 1 % y recortar en las tradicionales políticas agrícola y de cohesión, algo inaceptable en el Sur y el Este. 

*Con información de AFP