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Foto: A.P.

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Creador de las prótesis PIP irá a prisión

El fabricante fue acusado de estafa y engaño agravado.

10 de diciembre de 2013

El Tribunal Correccional de Marsella, en el sureste de Francia, condenó este 10 de diciembre, a cuatro años de cárcel a Jean-Claude Mas, fundador de la empresa PIP que inventó y fabricó unos implantes mamarios fraudulentos que afectaron a más de 5.000 pacientes en Francia y 80.000 en el mundo. En el juicio, más de 7.000 mujeres de 71 países estaban representadas por unos 300 abogados.

Mas fundó en 1991, la empresa Poly Implant Prothèse (PIP), que se convirtió en el cuarto fabricante mundial de prótesis mamarias gracias a sus implantes de bajo costo fabricados con un gel no homologado por las autoridades.

El hombre de 74 años además fue condenado a pagar una multa de 75.000 euros, frente a los 100.000 reclamados por la acusación y a la prohibición de ejercer una profesión en el terreno sanitario o médico.

Además del creador de las prótesis, el Tribunal condenó a otros cuatro trabajadores de la empresa a penas de entre tres años de cárcel, con dos exentos de cumplimiento, y un año y medio de prisión sin cumplimiento.

Todos ellos han sido considerados culpables de haber puesto en marcha un proceso para engañar a las autoridades sanitarias francesas y poder fabricar en su planta del sureste francés, prótesis con un gel no homologado, derivado de una silicona industrial diez veces más barata que la de sus competidores, lo que las volvía las más competitivas del mercado.

Hasta su prohibición en 2010, poco después de que se multiplicaran los incidentes con las prótesis mamarias PIP, la acusación estimó que la empresa se ahorró un millón de euros anuales en gastos de fabricación.

PIP llegó a obtener el 84 % de su facturación fuera de Francia, esencialmente en América Latina, donde en países como Venezuela se estima que 33.000 mujeres fueron operadas para implantarles esas prótesis.
Pese a las acusaciones de fraude, durante el juicio, Mas confesó utilizar una silicona industrial, pero afirmó que sus prótesis no tenían ningún riesgo sanitario y acusó a las mujeres que lo llevaron ante los tribunales de ser "frágiles" y de pretender "sacarle el dinero".

Según explicó en la audiencia, el cierre de la empresa le dejó en la ruina, algo que los abogados de las denunciantes consideran falso, por lo que han pedido que se investigue la posibilidad de que tenga fondos ocultos en paraísos fiscales.

En el ojo del huracán también está ahora la empresa alemana Tüv, que durante años certificó las prótesis de PIP pasando por alto que estaban fabricadas con un gel no homologado.

En Colombia

El 94 % de las 1.480 mujeres que sufrieron complicaciones por los implantes de seno con prótesis PIP quienes recibirán la primera indemnización por la compañía francesa TUV son colombianas.

Así se determinó el pasado 13 de noviembre, durante una audiencia el Tribunal de Comercio de Toulon, en Francia, que falló a favor de 1.400 colombianas, 50 francesas y 30 inglesas, representadas por la firma colombiana de abogados Lozano Blanco & Asociados.

El fallo ordenó el pago inicial de 3.000 euros (unos 7,7 millones de pesos) para cada una de las demandantes, mientras se determina el valor total de la indemnización, que podría ascender a 15.000 euros (38,8 millones de pesos) por persona.

La justicia francesa declaró culpables a la firma alemana TUV y a su filial en Francia, por haber actuado con negligencia ante su obligación de controlar la calidad de la prótesis PIP, productos que fueron retirados del mercado nacional en 2010.

En Colombia, cerca de 15.000 mujeres recibieron este tipo de prótesis. La decisión fue apelada por TUV, pero el pago provisional de los 3.000 euros por paciente es innegociable y debe hacerse efectivo, en promedio, en dos meses a partir del fallo.


Con EFE.