Home

Mundo

Artículo

MUNDO

Crecen las dudas por el uso masivo de dispersantes para frenar la marea negra

Los equipos desplegados en el Golfo de México para contener la marea negra han utilizado hasta el momento un millón de litros de dispersantes, unos productos químicos tóxicos que, según los expertos, pueden tener un fuerte impacto en la vida marina.

8 de mayo de 2010

Los expertos analizan durante estos días la decisión inédita hasta el momento en EE.UU. de utilizar de manera masiva el dispersante Corexit 9500 en las aguas del Golfo de México, para combatir los 12 millones de litros de petróleo que calculan se han vertido al mar desde que se hundió una plataforma petrolífera el pasado 22 de abril.

Los dispersantes, según explica en su web la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, son unos productos químicos que alteran la estructura del petróleo, lo fractura y le hace hundirse en las profundidades marinas.

De esta manera, la mancha de petróleo desaparece de la superficie, con lo que se evita que se vean afectados las aves y los mamíferos marinos, y también que la mancha contamine la costa.

Sin embargo, advierte la Academia, "el uso de dispersantes no reduce la cantidad de petróleo vertido al mar", solo lo sumerge.

Con esta medida, en realidad, se está reduciendo "el riesgo de impacto en la costa y en la superficie del mar, e incrementando los riesgos potenciales que pueden sufrir las plantas y la vida animal en las profundidades y en el suelo marino".

En el mismo sentido se expresa la Alianza Sureña para la Energía Limpia (SACE), para la que "es importante explicar que los dispersantes no reducen la cantidad de petróleo vertido ni lo elimina del medioambiente. Lo que hace es alterar su estructura para que se sumerja en las profundidades marinas".

Si bien se evita el daño en aves y mamíferos, "tiene un potencial devastador para aquellos animales que no tienen que salir a la superficie a tomar aire, así como para todos los ecosistemas submarinos, como los corales".

"Dispersar el petróleo lo hace más difícil de recolectar. Además, la polución permanecerá en el medio ambiente y los organismos marinos estarán expuestos a ella durante décadas".

Para esta organización, que gestiona la web cleanenergy.org, el Golfo de México se ha convertido en "un gigantesco y enloquecido experimento científico", dado que hoy en día se desconocen los efectos a largo plazo que tiene el uso de estos productos químicos en el medio ambiente.

La organización ha cargado especialmente contra el uso de Corexit 9500, un compuesto que considera incluso más tóxico que el petróleo y que está asociado en altas dosis, según investigaciones, a "dolores de cabeza, vómitos y problemas reproductivos".

Curiosamente, según afirma, existe otro tipo de dispersante llamado Dispersit que es más efectivo para combatir el tipo de crudo vertido en el Golfo de México, y que está elaborado con una base de agua, por lo que es mucho menos tóxico, y no tiene impacto en la salud humana. Sin embargo, apenas se está utilizando este segundo compuesto.

En declaraciones al diario Times Picayune, de Nueva Orleans, el profesor emérito de la Universidad de Luisiana en ciencias ambientales Ed Overton defiende la decisión de utilizar los dispersantes por ser "la menos mala".

No obstante, advierte que "es imposible saber con certeza el impacto que va a tener en la vida marina.
 
EFE