MUNDO
Cuba: entre música, ron y grandes expectativas
Tras la reconciliación con Estados Unidos, en esta ocasión, en la isla sí es cierta la frase “¡año nuevo, vida nueva!”
“¡Año nuevo, vida nueva!” se canta en todo el planeta. Sin embargo, en esta ocasión la expresión es realmente cierta en Cuba. Tras la reconciliación con Estados Unidos, se espera que los días por venir nada sea igual.
Sumidos en una cotidianidad lenta, en donde el tiempo parece haberse detenido en muchos sentidos, en este 2015 se esperan frenéticos sucesos.
Hasta ahora, en medio de la más profunda escasez, los cubanos departían con buena música y mejor ron. Las expectativas ahora son el pan de cada día.
Sin embargo, el primer día de Nochebuena que los cubanos pasan reconciliados con Estados Unidos transcurrió con absoluta normalidad, sin demasiados símbolos navideños por las calles y con la euforia inicial por la noticia del restablecimiento de las relaciones con el antiguo enemigo ya matizada.
Justo una semana después del histórico anuncio de la normalización de relaciones entre EE.UU. y la isla, rotas desde 1961, los cubanos ya han reposado el acontecimiento y lo encaran con cautela y prudencia, sentimientos que han sustituido la alegría inicial.
"Veremos qué pasa, aquí no hemos visto nada nuevo. No sabemos nada y seguimos igual", dijo a la agencia EFE Dayani, una mujer habanera que se encontraba en una transitada calle del centro histórico de la ciudad comprando regalos para su familia.
Para Yoandry, un bici-taxista que se paseaba con un gorro de Papá Noel, uno de los pocos signos navideños vistos hoy por La Habana, la noticia del acuerdo con Estados Unidos es "muy buena", pero hay que esperar a ver "cuál es el proyecto que tienen" en este nuevo escenario tanto el presidente norteamericano Barack Obama como el g obierno cubano.
La Nochebuena no es la festividad de estas fechas con más arraigo entre los cubanos, que dan más importancia a los festejos de fin de año, la noche del 31 de diciembre, aunque sí suelen reunirse con la familia para cenar.
El 1 de enero, día de Año Nuevo, coincide con el aniversario del triunfo de la Revolución que lideró en 1959 Fidel Castro, quien hasta el momento no se ha pronunciado sobre el nuevo rumbo de las relaciones entre Cuba y EE.UU.
"En Cuba siempre se ha celebrado más el Año Nuevo, pero desde hace unos años atrás se celebran casi igual. Todo el mundo se reúne con su familia", explicó a EFE Diana, una joven que hacía compras de última hora para la cena navideña en el centro comercial Carlos III del distrito de Centro Habana.
Las mesas más tradicionales en los hogares cubanos estuvieron dispuestas con cerdo asado, pavo o también pollo, así como frijoles negros y arroz blanco (o los dos juntos en el plato conocido popularmente como arroz congrí), una ensalada con verdura y yuca hervida aliñada con ajo, aceite y naranja agria.
Suspendida como festividad en 1969, no fue hasta diciembre de 1997, un mes antes de la histórica visita a la isla del Papa Juan Pablo II, cuando se estableció como día festivo.
Dos años después, la festividad se hizo oficial y permanente en el calendario y se fue extendiendo por Cuba, aunque muchas familias mantuvieron esta celebración discretamente los 28 años que estuvo suspendida.
Desde mediados de los noventa, se ha ido instalando también la costumbre del árbol de Navidad y ya se encuentra con facilidad en las tiendas, donde sin embargo no se venden nacimientos o belenes.
También se celebran en distintas iglesias católicas la tradicional Misa del Gallo, que en el caso de la Catedral de La Habana es oficiada por cardenal Jaime Ortega.
En la noche de Navidad también se produjo en La Habana un acontecimiento cultural que ilustra el nuevo momento entre Cuba y EE.UU.: el estreno de "Rent", la primera producción musical realizada en la isla en colaboración con un equipo de Broadway.