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CUESTA A ABAJO

LA DERROTA DE LOS SOCIALISTAS EN LAS ELECCIONES REGIONALES PROMETEN TURBULENCIA EN LA POLITICA GALA.

27 de abril de 1992

HAY ELECCIONES EN LAS que hay que escudriñar los resultados para buscar el mensaje de los votantes. Pero en los comicios regionales que se celebraron el domingo anterior en Francia, los ciudadanos no pudieron ser más explícitos en su cansancio por la clase política tradicional.
En primer lugar se trata del peor desempeño en 23 años del Partido Socialista del presidente François Mitterrand. Los socialistas esperaban tener poco éxito en la escogencia de las 22 asambleas departamentales. Pero sólo consiguieron el 18.3 por ciento de los votos, contra el 36,4 por ciento que habían obtenido en los mismos comicios de 1988.
Ese resultado es sólo comparable con el retroceso de los partidos conservadores tradicionales, que con el 33 por ciento tuvieron cuatro puntos menos que en 1988. En contraste, los grandes ganadores fueron los partidos nuevos. En ese campo se situó el ultraderechista Frente Nacional de Jean Marie Le Pen, con cerca del 14 por ciento, que comparado con el 9,7 de los comicios anteriores es un incremento considerable. También tuvieron un éxito los partidos ecologistas Verde y Generación ecológica, que completaron entre sí el 14 por ciento del electorado. En 1988 esos partidos eran apenas una fuerza marginal que no superaba el 2,5 por ciento.
La mayoría de los analistas sostiene que el descenso de la popularidad del Presidente, se basa en la percepción generalizada de que el inquilino del Elíseo a los 75 años de edad y 11 en el poder, ha perdido contacto con la realidad política. Al respecto se menciona como demoledor el affaire de Georges Habbas un dirigente palestino acusado de terrorismo que ingresó a Francia para ser hospitalizado.
Por su parte los conservadores, agrupados bajo la Unión por Francia, no han logrado renovar su dirigencia. Allí están el ex presidente Giscard D'Estaing y el ex candidato presidencial Jacques Chirac. Ambos quieren aspirar de nuevo a la primera magistratura en 1995 pero tal como van las cosas, para lograrlo tendrían que modificar su postura, demasiado parecida a la actual propuesta de los socialistas.
El fenómeno de Jean Marie Le Pen podría llevar a que los partidos conservadores resolvieran extremar su posición ante los inmigrantes tercermundistas para cosechar algo de los nuevos aires derechistas. Según algunos ese riesgo es la verdadera motivación para las reformas que Mitterrand quiere hacer en el sistema electoral del país. Se dice que el Presidente. acorralado por lo que parece una victoria inevitable de los conservadores en 1995, podría intentar variar la ley electoral para introducir la representación proporcional. Ello tendría el efecto de doble filo de permitir a los socialistas seguir en el gobierno mediante coaliciones, pero permitiría el ingreso al parlamento de los grupos minoritarios, como precisamente el Frente Nacional.
Lo único que parece claro a estas alturas es que quien perderá el puesto será la primera ministra Edith Cresson, quien parece ser hoy por hoy el personaje más odiado de Francia.

ITALIA VOTA CON AMOR
EL PROXIMO 5 DE ABRIL SE CElebran elecciones legislativas en Italia, en un momento calificado como de seria crisis institucional. El Partido Socialista y la Democracia Cristiana (que han compartido el poder desde hace decenios) se enfrentan esta vez con 247 fuerzas políticas y 11 mil candidatos, muchos con banderas disparatadas. La aparición de tantos grupos se explica por el excepticismo de un electorado que ya no cree en nadie.Como ya es tradicional, el Partido del Amor tiene su candidata, la diva pornográfica Moana Pozzi, quien aspira a suceder a la célebre Ilona Staller, la Cicciolina. El mago Otelma, quien cambió sus túnicas de la televisión por el saco y la corbata, dirige el movimiento "Europa 2.000" con un mensaje nacionalista que no vería mal la expulsión de los inmigrantes. Un ingeniero de la Ferrari, Mauro Forghieri, es el candidato del "Partido de los Automovilistas", los millones de víctimas de congestiones, mordidas, altos costos, imposibilidad de parquear en las ciudades. Una nieta de Benito Mussolini, la actriz Alessandra (sobrina de Sofía Loren) aspira a un escaño napolitano por el partido neofascista. Resulta muy diciente el hecho de que a pocos días de los comicios más del 50 por ciento de los votantes declaran en las encuestas no haber decidido aún por quién inclinarse. Por todo ello, los resultados señalan que no habrá una mayoría clara en el parlamento y que por lo tanto será difícil hacer coaliciones para formar gobierno. Lo único que logró "calentar" la calle fue la denuncia sobre un supuesto complot ultraderechista y mafioso para desestabilizar través del asesinato de personajes las instituciones republicanas. Con una óptica peculiar el presidente del Senado, Giovanni Spadolini, dijo que en Italia se vivía un "clima sudamericano".