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DE TAL PALO

2 de diciembre de 1996

Hace una semana el primer mandatario ecuatoriano Abdalá Bucaram y su familia viajaron a Miami en un avión comercial de la empresa Tame con el objeto de someter al mayor de los hijos, Jacobo, a un tratamiento contra la obesidad. Eso no hubiera tenido nada de raro si no fuera porque la presidencia asumió el costo del alquiler del aparato (unos 90.000 dólares). Pero ese era apenas el comienzo del escándalo, pues cuando el hecho fue cuestionado el populista Bucaram no tuvo inconveniente en decir que había tenido que llevar a su hijo al extranjero pues los médicos ecuatorianos "son incompetentes". En cuanto al pago oficial del viaje, lo justificó diciendo que "no soy un Onassis para pagarme tanto dinero, ni que estuviera loco".