Del bisabuelo heroico al tuitero candanga

Nombre de usuario: @chavezcandanga

Trinos: 1.824

Seguidores: más de 4’100.000 hasta el momento de su muerte

Seguidor de: tres familiares, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa; la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y la argentina, Cristina Kirchner, 14 miembros del gobierno y tres ciudadanos comunes.

Primer trino: “Epa que tal? Aparecí como lo dije: a la media noche. Pa Brasil me voy. Y muy contento a trabajar por Venezuela. Venceremos!!” (28 de abril de 2010)

Último trino:

 “Sigo aferrado a Cristo y confiado en mis médicos y enfermeras. Hasta la victoria siempre!! Viviremos y venceremos!!!” (18 de febrero de 2013)

Candanga: La palabra tiene varios significados en América Latina. En Venezuela quiere decir ‘candela’ y es utilizada para calificar a las personas de carácter fuerte.

Por mucho que lo hubiera querido, Hugo Chávez no tuvo vínculos familiares con el libertador Simón Bolívar. Y sin embargo, halló la forma de darle a su árbol genealógico un aire revolucionario. Pedro Pérez Delgado, también conocido como Maisanta, era un guerrillero venezolano de principios de siglo XX y bisabuelo de Chávez, quien no dudó en ensalzar su memoria y convertirlo en un héroe nacional.

Pocas palabras usó tan frecuentemente Hugo Chávez como el término ‘pitiyanqui’ para hablar despectivamente de los amigos de Estados Unidos. Pero el 18 de abril de 2009, durante la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, él mismo decidió darle un regalo de amistad al recién posesionado presidente estadounidense Barack Obama. Se trataba del libro Las venas abiertas de América Latina, del ensayista uruguayo Eduardo Galeano, una lectura obligada para todo revolucionario latinoamericano. Obama aceptó el tomo con una sonrisa. Hoy nadie sabe si este leyó el libro, pero lo que queda para la historia es que los dos amigos nunca se volvieron a ver.

Chávez llamaba a su programa de televisión dominical el “primer comunicador del país”. En casi 13 años, tuvo 378 transmisiones, recibió 996 llamadas y más de 25.000 cartas. Chávez habló ante las cámaras 1.656 horas, que equivalen a 69 días corridos de discurso.

En 2005, SEMANA lo eligió hombre del año por ser el gobernante latinoamericano con mayor influencia en el mundo. Con 28 portadas, es el quinto personaje que más cubiertas de la revista ha ocupado.

La iconografía chavista es un campo que apenas emerge. Pero durante su vida, el comandante de la revolución bolivariana ya dejaba marcas imborrables. Una de ellas quedó plasmada en este muñeco inflable: ‘el intumbable’.

9,5 horas habló Chávez en el Parlamento, el 13 de enero de 2012.