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Desde hace dos años, el Departamento de Justicia norteamericano viene recopilando evidencias en contra de Diosdado Cabello.

VENEZUELA

Diosdado Cabello, el intocable

Mientras en el exterior hay cada vez más señalamientos contra Cabello por vínculos con el narcotráfico, parece blindado en Venezuela.

23 de mayo de 2015

Diosdado Cabello no estaba bromeando cuando dijo que Hugo Chávez era el “muro de contención” de los chavistas. El capitán del Ejército y actual presidente de la Asamblea Nacional, le advertía a los opositores de la Revolución Bolivariana Socialista del Siglo XXI que, ante la ausencia del padre, correrían mayor peligro. Y así lo han cumplido los herederos de la revolución, especialmente cuando se han sentido amenazados.

Ese muro erigido por Chávez y sobre el cual se sostienen -con aparente unidad y por conveniencia- los altos funcionarios del gobierno venezolano, ha empezado a agrietarse de adentro hacia afuera. Poco a poco, se ha filtrado información por parte de chavistas desertores, sobre presuntos actos de corrupción y vínculos con el narcotráfico, que salpican a los que están en lo más alto, entre ellos, a Diosdado Cabello.

“Traiga una pruebita de que yo soy narcotraficante... Jamás la van a tener”, dijo Cabello esta semana, cuando volvió a quedar bajo sospecha, luego de que un artículo del Wall Street Journal afirmó que la justicia estadounidense tiene una investigación avanzada contra él y otros altos funcionarios, sustentada en información que han ido aportando exmilitares venezolanos, narcotraficantes e informantes. El presidente Nicolás Maduro salió en respaldo de Cabello y de otro de los hombres fuertes del chavismo, el gobernador de Aragua, Tareck El Aissami, y anunció que emprenderá una nueva campaña internacional en su defensa.

Es la segunda vez en menos de seis meses que Cabello aparece por motivos poco honrosos en los titulares de la prensa extranjera. A principios de año, el diario ABC de Madrid publicó las denuncias de Leamsy Salazar, capitán desertor y exguardaespaldas de Cabello, quien lo señalaba de ser el líder del Cartel de los Soles que, más que un cartel en el que se controlan todos los eslabones de la cadena del narcotráfico, es un grupo de militares que habría hecho un lucrativo negocio con el envío de droga hacia Europa y Estados Unidos. Según información del medio especializado Insight Crime, se calcula que unas 200 toneladas de coca salen vía Venezuela cada año.

Cabello respondió entonces que Salazar había sido un “infiltrado” de Estados Unidos que, según el gobierno chavista, está promoviendo la desestabilización en Venezuela para tumbar a Maduro. La teoría conspirativa, que alguna vez fue esgrimida por el propio Chávez, es que “el Imperio” estaría acusando a Venezuela de ser un narco-Estado para justificar así una invasión como la del general Manuel Noriega en Panamá. El hecho de que Estados Unidos declarara a Venezuela una “amenaza”, para poder decretar sanciones contra funcionarios venezolanos acusados de presuntas violaciones de derechos humanos y delitos de corrupción hace dos meses, le calzó perfecto al guion chavista, que libra la batalla contra los norteamericanos en el terreno mediático.

Por eso, cuando tres medios locales, los diarios El Nacional y Tal Cual, y el agregador de noticias LaPatilla.com, reprodujeron la información del diario español con las denuncias contra Cabello, él los demandó. Hace pocos días, por solicitud de los abogados de Cabello, se le impuso una prohibición judicial de salida del país a 22 ejecutivos y periodistas de estos medios. Ante el nuevo artículo del Wall Street Journal, el capitán amenazó nuevamente: “A todos los medios que reprodujeron la noticia ayer: nos vemos en tribunales”.

El Tribunal Supremo de Justicia cerró filas en defensa de Cabello ante las nuevas acusaciones publicadas por la prensa. “Tales menciones informativas, prestadas a intereses espurios, repiten y alientan indebidos señalamientos noticiosos que pretenden reflejar situaciones que no se sustentan en ningún basamento verosímil o posible, y que no cuentan en el ámbito jurídico nacional con ningún efecto de índole alguna”, dijo en un pronunciamiento la magistrada Gladys Gutiérrez, presidenta del tribunal.

En los otros poderes, especialmente la Asamblea Nacional que él preside, se impuso la consigna “Diosdado no está solo, Diosdado somos todos”. Luego de haber hecho un acto de solidaridad en el recinto del Parlamento, donde 110 diputados estamparon su firma de apoyo, los parlamentarios acudieron al Ministerio Público, donde hicieron otro acto ante la fiscal Luisa Ortega, y consignaron lo que llamaron un “acuerdo de desagravio”.

Lo que se esperaría de Cabello y los otros funcionarios señalados de presuntos vínculos con el narcotráfico es que puedan ofrecer respuestas al país ante las denuncias, dice Mercedes de Freitas, directora de Transparencia Internacional, capítulo Venezuela. “Que respondan pero con información clara concreta y verificable, y eso no se está produciendo. Lo que tenemos es un Estado cómplice que no da una respuesta seria como lo requiere este momento histórico por el nivel de crisis que estamos viviendo los venezolanos”, dice.

Cabello, quien también ha sido gobernador, ministro y director de telecomunicaciones, declaró que estaba agradecido por las múltiples manifestaciones de solidaridad de sus compañeros revolucionarios del partido, del gobierno y de su familia, que también ha ido ganando espacios de poder y ocupan cargos públicos de relevancia. Su esposa Marleny es la ministra de Turismo y su hermano José David es el ministro de Industria. Otros primos y miembros de la familia extendida ocupan cargos claves en Pdval, en la Superintendencia Nacional de Bienes Públicos, y hasta en la Consejería ante Naciones Unidas, según el mapa de influencia de Cabello que ha logrado construir Poderopedia Venezuela.

Aunque no tiene cargo público oficial, la más popular de la familia Cabello en el chavismo es Daniella, artista estelar de actos y campañas promocionales del gobierno, quien le canta al comandante invencible al inicio del programa de televisión de su papá, Con el mazo dando, que se emite todos los miércoles en la noche por el canal del Estado.

Los mazazos de Diosdado son informes de inteligencia, que según él, son enviados por “patriotas cooperantes”, entre ellos Patriota Mundo, Chespirito, el Chef, el Superagente, dando detalles sobre movimientos, comunicaciones personales e intimidades de líderes de oposición, algunas ONG, académicos y periodistas, entre otras personas. Según un informe del Instituto de Prensa y Sociedad, en tan solo dos meses, Diosdado utilizó su programa para acusar a 165 personas y organizaciones de “subversivos”.

Lo más irónico es que en su último programa el pasado miércoles, Cabello habló del derecho a una información veraz y oportuna, de la necesidad de un periodismo ético; y Constitución en mano, dijo que estaba prohibido utilizar fuentes anónimas. Su mensaje quizás sirva para intimidar aún más a los periodistas locales y a sus fuentes, pero no a los “patriotas cooperantes” que lo están acusando a él ante diarios y tribunales internacionales, que no son ni tan vulnerables ni tan solidarios como los nacionales.