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Es tan ridícula la campaña de Trump que algunos afirman que es en realidad una estrategia para consolidar su marca a nivel mundial, y que la Presidencia no le interesa. | Foto: AP

ESTADOS UNIDOS

Donald Trump: payaso y amenaza

Cuando comenzó a insultar a todos, desde los inmigrantes latinos hasta al héroe de guerra John McCain, pocos creyeron que Donald Trump llegaría a puntear en las encuestas republicanas.

1 de agosto de 2015

La lista de enemigos de Donald Trump ha crecido desde que el multimillonario empezó su campaña por la candidatura republicana. Y más ahora que escaló 5 puntos de las encuestas y es el líder. Tiene 19,2 por ciento de aprobación, frente a sus principales contendores Scott Walker y Jeb Bush que, según una encuesta del sitio RealClearPolitics, alcanzan un promedio de 13,6 y 12,6 por ciento respectivamente.

El liderazgo del polémico neoyorquino en las encuestas le resulta clave a corto plazo porque estas definen quien participará en el primer debate republicano que se llevará a cabo este 6 de agosto por la cadena Fox. El tema es que solo caben 10 de los 17 candidatos y seguramente el escandaloso inversionista será el protagonista de la noche. “El debate podría ser un desastre, especialmente para Bush y Walker que son tan serios. Tendrán que ignorar o atacar a Trump. Lo trágico sería que Fox determinara por quién votar”, dijo a SEMANA Patrick McCarthy, experto en política pública de la Universidad de Boston.

¿Hacia dónde va exactamente Trump? Esa es la pregunta de los 1.000 millones de dólares. Trump opera bajo sus propias reglas. Es uno de los candidatos con mayor respaldo económico pues su patrimonio de más de 5.000 millones de dólares le asegura continuar en la contienda. Su estrambótica personalidad se articula más con el mundo de los negocios que con la contienda electoral.

El éxito del nuevo político parece deberse a que se ha sintonizado con el estado de ánimo de algunas bases del Partido Republicano al decir lo que otros no se atreven. “Trump es una manifestación de los peores elementos del partido, pero los republicanos deben cosechar lo que sembraron y sufrir las consecuencias”, opina McCarthy. Durante la presentación de su candidatura el 16 de junio, cuando calificó a los inmigrantes mexicanos como “narcotraficantes”, “criminales” y “violadores”, empezó el ‘Huracán Trump’. En este ajedrez político, no le importó sacrificar la torre que significaba el apoyo de los latinos. Y es que uno de los pilares de su campaña es la seguridad fronteriza y el control de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos. Tampoco se preocupó por dudar sobre el  honor militar del popular senador John McCain, héroe de guerra y excandidato presidencial; polémica por la cual los republicanos esperaban que se ahogara, pero no fue así. Al contrario.

Varios de sus contendientes y hasta antiguos allegados han criticado al millonario y la cúpula republicana ha tomado distancia. “Resulta increíble que los miembros del Comité Nacional Republicano, que antes eran tan simpáticos, hayan cambiado tanto. Hoy solo soy una amenaza”, dijo el multimillonario en una entrevista.

La razón es que entre su partido crece la conciencia de que Trump puede ser popular entre las franjas más lunáticas de sus filas, pero que a nivel nacional no podría atraer a los votantes indecisos. Lo cual es aún más improbable dada la creciente polarización del electorado norteamericano. Alex Keyssar, experto en política e historia de la Universidad de Harvard, le dijo a SEMANA que mientras más tiempo pase será más difícil para el Partido Republicano desprenderse de Trump, y que están en una sin salida, pues lo único que pueden hacer es esperar a que su popularidad caiga. Y si por alguna circunstancia el Partido Republicano logra deshacerse de Trump, el panorama no es alentador. El empresario habla de sus seguidores como “un movimiento”, lo cual preocupa a la jerarquía, ya que hace pocos días en una entrevista Trump comentó que estaba considerando presentarse como candidato independiente. “Esto puede hacer volar por los aires la carrera presidencial para los republicanos y convertirlo en una carrera de tres vías que no les conviene”, consideró Ralph Nader, el eterno candidato independiente.

En cualquier caso, según una encuesta de la cadena CNN, 59 por ciento de los votantes registrados tiene una opinión negativa de Trump. Eso hace pensar que, sea como sea, resulta inviable que este llegue a la Presidencia de un país con un importante componente demográfico de origen latino, asiático y africano.