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Los trabajadores del canal de Suez entraron por primera vez en huelga este miércoles. | Foto: AP

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Egipto: el gobierno amenaza, pero las protestas aumentan

El vicepresidente Omar Suleiman advirtió que el ejército podría verse obligado a intervenir si aumentan las protestas, a las que ya se sumaron los trabajadores del Estado.

Alianza BBC
10 de febrero de 2011

El vicepresidente de Egipto, Omar Suleiman, advirtió este miércoles que las protestas y la desobediencia civil no serían toleradas en el país por mucho más tiempo. Pero en lugar de disminuir, estas parecen ir en aumento.

Este miércoles, trabajadores de diferentes rubros en todo el país -desde fábricas textiles hasta oficinas postales- emprendieron protestas laborales que podrían llegar a estrangular al ejecutivo egipcio, que este jueves se enfrenta al día 17 de protestas en contra del gobierno de Hosni Mubarak.

Las huelgas también incluyen a trabajadores de la electricidad, agricultores y empleados de museos. En estos casos, las manifestaciones están ligadas a asuntos que van desde malestar por bajos salarios y la escasez de alimentos, hasta la presunta corrupción de funcionarios al frente de dependencias del Estado.

Pero, en el Canal de Suez, los trabajadores estatales sí se sumaron a aquellos que tienen semanas exigiendo que Mubarak abandone el poder.

La autoridad que gestiona el paso entre el Mar Rojo y el Mar Mediterráneo aseguró que "la navegación no se ha visto afectada".

Pero de continuar esa huelga podría ser vital para el futuro de la crisis en Egipcio, ya que el canal es un paso clave para el comercio mundial de petróleo.

Por otro lado, cientos de trabajadores se concentraron frente a la compañía eléctrica estatal para exigir la renuncia del director. Y decenas de empleados de museos se concentraron frente al Consejo Supremo de Antigüedades y rodearon agresivamente a su titular cuando salió a hablar con ellos.

No se sabe con exactitud si estas huelgas, aisladas en la mayoría de los casos, podrían desencadenar la salida de Mubarak, algo que hasta ahora no han logrado las manifestaciones populares.

Siguen las movilizaciones de calle

En cualquier caso, los opositores al régimen egipcio también están convocando a través de las redes sociales a los ciudadanos para participar en una nueva marcha masiva el próximo 11 de febrero.

La movilización, que algunos han denominado como el "viernes de los mártires", pretende reunir a más gente que nunca para rendir tributo a las víctimas de las manifestaciones y pedir, una vez más, la renuncia de Mubarak.

Y la advertencia de Suleiman, quien en una reunión con los editores de varios periódicos egipcios dijo que el ejército podría verse obligado a intervenir si la oposición no se sentaba a negociar, no parece haber tenido ningún efecto.

Las protestas masivas suman diecisiete días y, lejos de comenzar a flaquear, van tomando nuevas formas para tratar de provocar la caída del gobierno.

El miércoles, los manifestantes continuaron su vigilia en la plaza Tahrir, centro neurálgico de las protestas en El Cairo, y trasladaron la movilización a las afueras del Parlamento.

Y en el resto del país, las manifestaciones se volvieron más violentas.

El corresponsal de la BBC en El Cairo, Jim Muir, señaló que los líderes de las protestas quieren evitar que la rutina se establezca en la revuelta por lo que están buscando ampliar la misma.

Por ello, cientos de manifestantes se trasladaron al Parlamento, un órgano que consideran ilegítimo después de las elecciones generales de finales del año pasado, en las que ganó por mayoría el partido de Mubarak y que muchos consideran que fueron amañadas.

Además, las manifestaciones llegaron al oasis de Kharga, en el sur del país, donde la policía abrió fuego contra los manifestantes. Según informaciones de ese lugar, los hechos se saldaron con varios muertos y heridos.

Según informó el corresponsal de la BBC, los ciudadanos de Kharga respondieron a esa carga policial con la quema de dos cuarteles de policía y la sede local del partido de Mubarak.