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Ilustración de astronautas chinos moviéndose por la Luna.
Ilustración de astronautas moviéndose por la Luna. | Foto: Getty Images

CIENCIA

El ‘duro’ entrenamiento para ser astronauta: estar dos meses en cama y jugar FIFA todo el día. ¿Envidiable? no tanto

Así se hacen las pruebas en Francia para ver cómo el cuerpo humano resiste largas temporadas a la falta de gravedad.

26 de mayo de 2023

“Al principio te ves adelgazar cada día”. Matthieu está pasando dos meses tumbado en una cama en Toulouse, en el sur de Francia, para experimentar la ausencia de gravedad y contribuir a mejorar las condiciones de vida de los astronautas en misión.

Matthieu es uno de los 12 hombres seleccionados para este experimento, y lleva cinco semanas instalado en la clínica de Medes, filial sanitaria del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES).

Las camas de estos voluntarios, elegidos de entre 3.000 candidatos y cuyos apellidos no se comunicaron, permanecen inclinadas durante 60 días con un ángulo de -6 grados, el que mejor recrea los efectos de la ingravidez a la que se ven sometidos los astronautas en el espacio.

Astronauta.
Astronauta. | Foto: Getty Images

Hemos entrado en la fase exploratoria espacial. Estamos tratando realmente de ir a la Luna y a Marte, no es ninguna ficción y eso implica vuelos de largo recorrido, de dos a tres años”, explica a AFP Audrey Bergouignan, del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS).

En la clínica todo está organizado para que los 12 ingresados puedan permanecer acostados. Cerca de 100 personas se encargan de seguirlos a lo largo del estudio, desde personal sanitario hasta investigadores.

“Tenemos condiciones muy favorables para permanecer encamados, cada vez que necesitamos algo basta con llamar al personal médico”, explica Matthieu, un horticultor de 39 años al que su novia convenció de participar en el experimento, remunerado con 18.000 euros (19.300 USD) por tres meses de presencia en el lugar.

Para comparar la evolución del organismo en función del ejercicio físico realizado, los voluntarios se reparten en tres grupos: uno, acostado, que hace 30 minutos de bicicleta cada día, otro que no hace ninguna actividad física, y un tercero que debe pedalear dentro de una centrifugadora humana en movimiento.

“El objetivo es ver si la gravedad artificial creada por la centrifugadora, mientras gira, mejora los efectos del ejercicio físico de la bicicleta”, explica Marie-Pierre Bareille, responsable de la clínica espacial a la que le confiaron el experimento el CNES y la Agencia Espacial Europea.

Ilustración de un planeta cuya está superficie llena de volcanes.
Ilustración de un planeta cuya está superficie llena de volcanes. | Foto: Ilustración generada por IA Bing Image Creator

“La cuestión, añade Bareille, es que los equipos estén en forma y sean capaces de trabajar durante las salidas extravehiculares”, en las que podrían tener que llevar a cabo tareas muy físicas.

Y es que “en un viaje a Marte, los astronautas podrían perder hasta un 15 % de su masa” corporal, apunta Audrey Bergouignan.

Los participantes se relevan en las actividades previstas, tanto en la bicicleta, concebida para pedalear acostado, como en la centrifugadora, en medio de las risas con el personal técnico que comparte con ellos el día a día.

“No me aburro aquí, todo el mundo es muy simpático”, asegura Alejandro, un ingeniero aeronáutico español de 26 años que vive en Toulouse.

“Estamos en contacto con las demás habitaciones. Organizamos torneos de videojuegos de Mario Kart o FIFA”, dice divertido, mientras pedalea bajo la vigilancia de un entrenador.

Ilustración sobre un infierno en la Tierra.
Ilustración sobre un infierno en la Tierra. | Foto: Getty Images

Para todos ellos, el experimento concluirá con un regreso supervisado a la vida normal a inicios de julio. Otros 12 voluntarios se someterán a las mismas condiciones de vida en 2024.

La clínica solo seleccionó a hombres para “limitar las variables” entre los voluntarios, según los organizadores, y obtener los resultados más “homogéneos” posibles.

Las conclusiones del estudio efectuado en esta ciudad del sur de Francia no se limitarán al ámbito espacial.

“El conocimiento del hipersedentarismo le servirá a todo el mundo para saber cómo influye en el organismo la falta de ejercicio físico”, afirma Marie-Pierre Bareille, refiriéndose a las personas de edad avanzada o que padecen patologías como la osteoporosis.

*Reportaje de AFP