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El elefante de Kohl

21 de febrero de 2000

Ni siquiera ser el gestor de la unidad alemana y uno de los principales líderes occidentales de la segunda mitad del sigloXX le sirvieron. La semana pasada Helmut Kohl tuvo que renunciar al último cargo que conservaba, la presidencia honoraria de su Partido Demócrata Cristiano alemán (CDU). Kohl se negó a revelar las fuentes de unas donaciones aparentemente ilegales hechas a su partido cuando era gobernante. Sus copartidarios temen que los fondos provengan de un dudoso comerciante de armas y que fueron entregados a cambio de favores políticos. Pero Kohl prefirió pasar el mal trago a “romper la palabra empeñada”. Al final de la semana, el suicidio de un dirigente involucrado y la amenaza de una demanda del partido en su contra, complicaron aún mas su situacion.