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Julian Assange, fundador de WikiLeaks, es buscado por la Interpol por abuso sexual.

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El emperador desnudo

Un escándalo mundial sin precedentes estalló por las filtraciones de WikiLeaks sobre los intríngulis de la diplomacia norteamericana. Detrás de chismes, verdades conocidas y revelaciones preocupantes, los cables muestran el verdadero rostro del poder en el mundo.

4 de diciembre de 2010

Ha sido una semana agitada para Julian Assange. El cerco sobre el fundador de WikiLeaks, el rostro visible de la organización, se va cerrando, y de la noche a la mañana se convirtió en uno de los hombres más perseguidos del planeta. Su pecado es haber entregado a un grupo selecto de diarios internacionales una enorme filtración de mensajes que dejó al desnudo los secretos de la diplomacia estadounidense. En Washington, los políticos lo han tildado de criminal y terrorista. Lo acusan de poner en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos y del mundo. Hillary Clinton, la jefe de la diplomacia estadounidense, calificó su acto como un ataque a la comunidad internacional. Las autoridades estadounidenses se plantean juzgarlo por espionaje y el ex gobernador republicano de Arkansas Mike Huckabee declaró que debería ser ejecutado. También, por supuesto, piden el cierre total y definitivo de WikiLeaks. Pero en la única acusación concreta, que resulta sospechosa,Interpol lo incluyó por pedido de Suecia en su lista roja por violación y acoso sexual.

Desde un lugar desconocido, en una entrevista con Time, Assange respondió que Clinton debería renunciar si se demuestra que ordenó a los diplomáticos espiar en la ONU, como se desprende de las filtraciones. Esa, en realidad, es una de las revelaciones más jugosas. Son, en total, más de 250.000 mensajes del Departamento de Estado, que van desde los chismes hasta preocupantes revelaciones.. Como afirmaba The Economist, “individualmente, las revelaciones son triviales: algunas apenas serían noticiosas si se publicaran legalmente. Pero en conjunto, son corrosivas. Estados Unidos aparece humillantemente incapaz de mantener sus propios secretos o los de los demás”.
 
Efectivamente, mientras unos centran el debate en los mensajes, otros lo hacen en la vulnerabilidad de los servicios secretos norteamericanos. De todas maneras, Assange representa un nuevo mundo, en el que parece imposible mantener en reserva la forma como se toman las decisiones que influirán en la vida de millones, Por eso, el verdadero debate debería ser si es posible concebir las relaciones internacionales sin algún grado de discreción, por no decir de secreto. En efecto, más allá de las informaciones, lo que aparece en los mensajes es el día a día de la diplomacia, el rostro humano de las grandes decisiones, las antipatías, los odios, los prejuicios y, en fin, las opiniones subjetivas que intervienen en esos procesos realizados por personas de carne y hueso. Decir que Putin y Medvedev son Batman y Robin no es una revelación, pero ese chiste en palabras de un diplomático en un cable oficial adquiere una dimensión política.

Por eso, resulta diciente que la mayoría de los países haya reaccionado con mesura. Al fin y al cabo saben que si los norteamericanos fueron penetrados, nada impide que ellos también lo sean, y cada cual conoce sus pecados. De ahí que una de las frases más comentadas fue la de Hillary Clinton cuando contó en rueda de prensa que un gobernante extranjero al que le informó de los hechos les restó importancia al decirle que afortunadamente ella no sabía cómo se referían a los norteamericanos en su propia cancillería.

El volumen de los mensajes es abrumador, y los medios a los que WikiLeaks les facilitó los documentos (The New York Times, The Guardian, El País, Le Monde y Der Spiegel) van a seguir informando los detalles. SEMANA presenta una selección de lo más relevante hasta ahora.

1. Colombia, ¿lo mejor está por venir?

En varios cables aparece el conflicto colombiano. Algunos, originados en la embajada en París, evidencian las reservas de los diplomáticos frente a la intervención del gobierno de Nicolas Sarkozy por la liberación de Íngrid Betancourt. En uno de mayo de 2008, previenen a George W. Bush de que el tema podría surgir en una visita a Francia. En otro, previo a una visita de Sarkozy en 2007, advierten que “los franceses admiten que Chávez es un actor político difícil, pero aceptan un trato con el diablo para avanzar en sus perspectivas de liberar a una rehén icónica”.

En un mensaje desde Brasilia, se reseña que Lula es crítico con las Farc y su violencia, aunque no las tache de terroristas. Según otros, el ministro de Defensa Nelson Jobim le dijo a una diplomática que Colombia era un “centro de inestabilidad regional” y que el tercer periodo de Uribe sería visto como “un terrible precedente”. Con los días va a aparecer más información sobre el país, pues en total hay 2.416 documentos sobre Colombia, 134 clasificados como secretos. Entre esos, seis son notas desde Bogotá el día en que cayó el referendo sobre la reelección.

2. ¿China favorece una Corea unificada?

Corea del Norte es un gran foco de tensión desde hace décadas, más aún desde que tiene armas nucleares, en 2006. Por eso, que la dictadura esté en la mira de Washington no es novedad. Pero que China, el gran padrino del régimen, esté perdiendo la paciencia, sorprende. Las revelaciones llegan en momentos de tensión bélica. Pyongyang hundió en marzo un barco surcoreano. En noviembre, se supo que el régimen puede enriquecer uranio. Y hace unos días bombardeó la isla surcoreana de Yeonpyeong. Todo ocurre en medio de la sucesión de Kim Jong-il a su hijo Kim Jong-un. Es el segundo traspaso de poder dinástico en el régimen estalinista.

Según la sabiduría convencional, China ha soportado a Pyongyang porque se resiste a una península reunificada que la dejaría de vecina de un aliado de Washington. Pero según un diplomático chino, su país solo trata de mantener la estabilidad y evitar que Kim se “vuelva loco”, pues los militares gobiernan realmente. Un viceministro incluso dice, después de una prueba de misiles en 2009, que Corea del Norte se porta como un “niño malcriado”. Según los memos, China se considera más parecida a Corea del Sur que a la del Norte, y apuesta a multiplicar los lazos comerciales con ella para desplazar a Estados Unidos. Los surcoreanos dicen que Beijing estaría cómoda con una península unificada bajo Seúl y que las oportunidades para las compañías chinas ayudarían a eliminar las resistencias.

3. Iranofobia en los países árabes

WikiLeaks ha confirmado lo que los líderes de Oriente Medio siempre callaron: Israel no es el único que sufre de Iranofobia. Las filtraciones evidencian no solo la desconfianza que algunos dirigentes han tenido por años –“ellos nos mienten, nosotros les mentimos”, dijo el emir de Qatar–, sino la presión que han ejercido para que Washington detenga el programa nuclear iraní.

“El peligro de dejarlo continuar es más grande que el de detenerlo”, habría dicho el rey de Bahrain, Hamad bin Isa al Khalifa, a un general estadounidense, en 2009. El rey Abdullah de Arabia Saudita aseguró en otro encuentro “que había que cortarle la cabeza a la serpiente”. Para los árabes, si Irán logra sacar adelante su programa nuclear, el balance se romperá y se propagará una carrera nuclear en Oriente Medio. Muchos de estos países han advertido que no se quedarán quietos si la República islámica produce bombas nucleares.

Teherán decidió restarle importancia. El presidente Mahmoud Ahmadineyad aseguró que todo era parte de una “guerra psicológica” de Estados Unidos. “El mundo árabe está dividido sobre Irán y los dirigentes evitan enfrentar a Teherán públicamente porque tienen miedo de que esto ayude a Israel”, aseguró a SEMANA el analista Meir Javandafer. Según explica, la mayoría de los países árabes, especialmente de origen sunita, nunca han querido ver a un Irán chiita como poder hegemónico. “Ustedes, como persas, no deben ser intermediarios en los asuntos árabes”, le habría dicho, según los memos, el rey saudita al canciller iraní, Manouchehr Motaki, en 2008. Los sauditas ven la expansión iraní como el principal peligro para su estabilidad. La hipocresía que se maneja en la región ahora vale poco.

4. Presiones a la justicia española

La embajada estadounidense en Madrid presionó a varios ministros y fiscales para frenar en la justicia española, que sostiene su jurisdicción universal en derechos humanos, los procesos contra estadounidenses por torturas en Guantánamo, crímenes de guerra en Irak y los vuelos secretos de la CIA en territorio europeo. A la misión diplomática le preocupaba el supuesto sesgo antinorteamericano del juez Baltasar Garzón, quien abrió la investigación de Guantánamo. Uno de los objetivos prioritarios de Washington en Madrid habría sido archivar ‘el caso Couso’, como se conoce el proceso por la muerte en 2003, en Bagdad, del camarógrafo de Tele 5 José Couso, abatido por un tanque norteamericano. Las presiones buscaban evitar la orden de captura contra tres soldados gringos. Sin embargo, ese caso todavía está abierto.

5. La amenaza nuclear paquistaní
 
Es uno de los escenarios más angustiantes. Washington teme por la seguridad del arsenal nuclear paquistaní y por el apoyo encubierto del gobierno de Islamabad a algunos grupos terroristas, un secreto a voces que se explica en que a Pakistán solo le importa su conflicto con India. A la embajada le preocupa, entre otras, “la proximidad de algunas instalaciones nucleares a territorio bajo ataque talibán”. Según los memos, los terroristas ya no solo quieren santuarios en el territorio paquistaní, sino controlar el país. Para rematar, según las comunicaciones,“Pakistán está produciendo armas nucleares a un ritmo más rápido que cualquier otro país”.

6. Turquía: desconfían del socio musulmán

Sobre el papel, Ankara es un aliado en la Otan y el socio musulmán más importante de Washington. Pero los memos reflejan desconfianza hacia el primer ministro, Recep Tayip Erdogan, al que consideran rodeado de corruptos. Aunque solo encuentran “pruebas circunstanciales” de una agenda oculta, al ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, le parecen una influencia islamista “excepcionalmente peligrosa”. Para la embajada también es claro que Turquía ya no ingresará a la Unión Europea.

7. El postergado cierre de Guantánamo
 
Obama prometió en sus primeros días que iba a cerrar en enero de 2010 la cárcel de Guantánamo, símbolo de los excesos de George W. Bush. Para poder cumplir esa promesa, Washington hizo ofertas a varios gobiernos para que aceptaran a los reclusos. En los memos queda en evidencia que trató de convencer a España, Bélgica y Eslovenia, que ofreció su apoyo a cambio de un encuentro de su Primer Ministro con Obama. Una de las respuestas más llamativas vino de Kuwait, que no solo se negó a recibirlos, sino que sugirió que los dejaran morir en una zona de guerra.

8. Honduras, sin dudas, un golpe de Estado

Uno de los cables de la embajada en Tegucigalpa analiza el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya y concluye que “la perspectiva de la embajada es que no hay duda de que el Ejército, la Corte Suprema y el Congreso conspiraron el 28 de junio en lo que constituye un golpe inconstitucional e ilegal contra el poder Ejecutivo”. Según Zelaya, el cable refleja “complicidad” de Washington, pero en realidad se infiere que ese gobierno ni estuvo de acuerdo ni patrocinó el golpe .

9. Rusia: Batman y Robin en un estado corrupto

Algunos comunicados muestran al Kremlin como un Estado mafioso, y otros dicen que el presidente Dimitri Medvedev juega a ser “el Robin de Putin”. A este lo califican como un hombre “autoritario” y “machista”. Las revelaciones podrían perjudicar los acercamientos entre Washington y Moscú, e incluso afectar el desarme nuclear. La primera reacción rusa fue mesurada, pero después Putin se mostró ofendido en una entrevista con Larry King. “No nos esperábamos que esto sería hecho con tanta arrogancia, tan groseramente”, le dijo al periodista de la CNN, aunque matizó que siempre han existido filtraciones y “esta no es una catástrofe”.

10. Argentina: ¿Cristina está cuerda?

El 31 de diciembre de 2009, el Departamento de Estado envió un telegrama a Buenos Aires en el que solicita información sobre el “estado mental” de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner: “¿Cómo controla sus nervios y su ansiedad?”, “¿Toma alguna medicación?”. Aunque hay cables que critican la “ineptitud de los Kirchner para la política exterior”, son evidentes las buenas relaciones entre la Casa Rosada y Thomas Shannon, secretario de Estado adjunto durante la administración Bush. La Presidenta incluso aceptó tareas como “cooperar en Bolivia” e “influir en el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, para que se modere”. Uno de los documentos cita a un ex jefe de gabinete de Fernández, Sergio Massa, quien calificó a Néstor Kirchner como un “psicópata”. Mientras Massa lo niega, el gobierno argentino ha guardado silencio.

11. Espionaje en la ONU

El Departamento de Estado pidió a sus diplomáticos recoger información, incluidos datos “biográficos y biométricos” –como imágenes del iris, muestras de ADN y huellas digitales–, de muchos funcionarios de la ONU, incluido el secretario general, Ban Ki-Moon. “Creo que nadie se puede sentir muy feliz cuando sabe que está siendo vigilado”, dijo Ban, quien se limitó a señalar que su trabajo es “transparente”. El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, dijo que “los Estados miembros deben cumplir con las convenciones existentes, además de respetar las inmunidades y privilegios de Naciones Unidas”. El episodio recuerda el de hace seis años, cuando se supo que los servicios de inteligencia de Estados Unidos y el Reino Unido le seguían los pasos al entonces secretario, Kofi Annan.

12. Merkel, Sarkozy y Berlusconi

Los documentos muestran puntos de vista poco halagadores sobre varios líderes europeos. El italiano Silvio Berlusconi –cuya “nefasta conexión” con Putin preocupa en Washington–, es descrito como un “irresponsable, inútil e incompetente” al que le gustan las “fiestas salvajes”, lo que le estaría pasando factura a su salud. De la alemana Angela Merkel dicen que es “poco creativa”, mientras que les inquieta el “estilo autoritario” e impulsivo de Sarkozy.

13. Egipto, el socio de Israel

Los documentos revelan que el país de los faraones aconsejó a Washington cómo contener la creciente influencia de Irán y dejan ver la complicidad de Hosni Mubarak con el ataque israelí de finales de 2008 sobre la franja de Gaza. Mubarak también estaría interesado en aislar a Hamás, el Movimiento de Resistencia Islámica que gobierna Gaza, al que considera una amenaza.

14. Venezuela y la infiltración cubana

Además del interés de Washington en “aislar” a Venezuela de sus vecinos, los cables muestran que el servicio secreto cubano tiene línea directa con Hugo Chávez. “Los lazos de inteligencia entre Cuba y Venezuela son tan estrechos que sus agencias parecen rivalizar por la atención del gobierno bolivariano”, se lee. Otro cable dice que el ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, “reconoció la presencia de las Farc en Venezuela”, pero que admitirlo arruinaría sus posibilidades de mediación. Los documentos también reflejan preocupación por que los iraníes buscan uranio en Bolivia y Venezuela, aunque un científico local confirma que, aunque quisiera, Venezuela “no tiene científicos cualificados para un programa nuclear”.

15. La guerra contra el narco

Los cables dan a entender que algunos funcionarios locales admiten que el gobierno ha perdido el control de México, y los diplomáticos consideran que el Ejército no está preparado para reforzar las operaciones urbanas de la Policía contra el narcotráfico. Así mismo, se revela la desesperación del gobierno por producir golpes tangibles al ‘narco’ y así legitimar la guerra que declaró contra los carteles.