EL ENANO VERDE

Un caso laboral tiene en ascuas a la Comisión Europea de Derechos Humanos ante la petición de Manuel Wackenheim (de un metro de estatura) para que se le permita seguir con su trabajo de dejarse lanzar por los aires de un extremo a otro de los clubes nocturnos de París mientras otros apuestan a quién lo lanzará más lejos. Su reclamo busca revertir una orden del gobierno francés, que prohibió su actividad a instancias de la Asociación de Personas de Crecimiento Restringido, que la consideran lesiva de la dignidad de los enanos. Sin embargo Wackenheim dice defender el derecho de seguir la tradición juglaresca de sus congéneres, pero su ingreso de 5.000 dólares mensuales tiene mucho que ver.