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EL FINAL DEL SUEÑO

EL SECUESTRO DE DOS EUROPEAS PARECE INDICAR QUE COSTA RICA, LA SUIZA LATINOAMERICANA, YA NO ES EL OASIS DE PAZ QUE SOLIA SER.

12 de febrero de 1996

SU CASO ES UNICO. ADEMAS de tener una sólida democracia, es considerada como un remanso de paz en la mitad de una zona caliente como Centroamérica. Por estas caracteristicas Costa Rica ha llegado a ser llamada la Suiza de Latinoamérica. Esa tranquilidad pareció recibir un golpe mortal en año nuevo cuando un comando armado penetró en el hotel Laguna Lagarto Lodge, ubicado al norte del pais, y secuestró a dos extranjeras, a la suiza Regula Susana Sigfreid y a la alemana Nicola Fleutchaus.
Tras la retención de las dos mujeres y llevarse comida, combustible y el dinero de los huéspedes, los asaltantes huyeron en un campero Toyota, que abandonaron en cercanias de la frontera con Nicaragua. Antes de partir dejaron una nota en la cual se autodenominaron Comando Viviana Gallardo y le hicieron sus exigencias al gobierno: el pago de 1.200.000 dólares, un aumento del 18 por ciento para todos los trabajadores costarricenses, la congelación del precio de los alimentos y de los servicios públicos, la liberación de los integrantes del Comando de la Muerte (grupo que secuestró a los miembros de la Corte Suprema de Justicia en 1993) y la mediación de un representante de la Cruz Roja y del párroco de la población Pital de San Carlos, Eduardo Bolaños.
Tres dias más tarde el grupo armado se comunicó telefinicamente con el padre Bolaños y volvieron a enumerar sus peticiones. Prometieron volverse a poner en contacto con él pero "hasta ahora no han vuelto a llamar. Y eso que yo he suspendido mis actividades cotidianas en espera de noticias suyas", dijo el párroco a SEMANA el viernes pasado.
El Viviana Gallardo también ha intentado establecer diálogo con el gobierno a través de los medios de comunicación. Sólo que en estos últimos su lenguaje ha cambiado, tanto que amenazó con volar la represa de El Arenal si sus exigencias no son acogidas.
El caso no sólo ha atraido la atención de la prensa internacional sino que tiene desconcertados a los costarricenses, pues son diversas las explicaciones que tanto autoridades policiales como observadores politicos le han dado a los hechos.
Para algunos se trata de acciones de un grupo delicuencial nicaraguense que tiene como centro de acciones la zona fronteriza. Los organismos de investigación del Estado han encontrado algunos elementos que respaldarian esa teoria. Varios de los testigos han señalado que los hombres que asaltaron el hotel tenian acento del vecino pais. Por otra parte, la Policia tiene en su lista de sospechosos a tres ex guerrilleros nicaraguenses con antecedentes penales en Costa Rica. La vinculación de los extranjeros no resulta remota en la medida en que muchos cruzan la frontera en busca de trabajo.
El secuestro de las dos europeas se sumaria a una cadena de plagios que durante los últimos años ha azotado a Costa Rica. Para el analista político Jaime Darembulmm "hay un claro ineremento de hechos delictivos y es hora de que el gobierno, los partidos y la ciudadanta tomen conciencia de que es necesario cambiar la politica de seguridad. Costa Rica no está preparada para la violencia ".
Esas voces coinciden con la versión oficial de que se trata de un secuestro extorsivo y que la inclusión de reivindicaciones sociales en sus solicitudes tiene como único fin servir de cortina de humo. Claro que para muchos esta explicación aún deja preguntas por resolver. ¿Por qué el grupo armado sólo quiere dialogar con el gobierno? ¿Por qué no se ha precipitado en establecer contactos para obtener un rápido pago de la recompensa?
El nombre de Viviana Gallardo también ha sido objeto de reflexión, pues ella fue una militante de la extrema izquierda que fue asesinada en 1981 cuando estaba presa en un penal de varones. Es decir que los secuestradores quisieron usar su nombre como un símbolo de la lucha social.
Para algunos analistas las peticio nes de índole político no deben ser descartadas de tajo, pues el actual malestar social es imposible de desconocer. Desde cuando José María Figueres asumió el poder hace dos afios los ajustes económicos han golpeado fuertemente a la población y las bondades de las medidas aún no han llegado. "En torno a Figueres se ha creado una impopularidad sin precedentes en Costa Rica. El rechazo se manifiesta en las ensuestas y en las marchas de protesta. Además, su mandato está plagado de rumores e incertidumbre", explicó a SEMANA el sociólogo Francisco Escobar.
Este analista considera que también son preocupantes las relaciones que el Viviana Gallardo pueda haber entablado con los habitantes de la zona. "En un país tan pequeño como éste guardar un secreto es imposible. Entonces ¿cómo se explica que aún no se sepa dónde están los secuestradores?. Estos podrían haber amedrentado a los habitantes del lugar o la gente podría estar colaborándoles por su propia voluntad". En cualquiera de los dos casos quedaria demostrado el poder de penetración que ya ha alcanzado el recién formado grupo.
Pero la parte más complicada del secuestro de las europeas está en las consecuencias que este hecho pueda tener para Costa Rica. El turismo, una de sus principales fuentes de divisas, ha sido el primer afectado. Varias excursiones de alemanes fueron canceladas por el temor de ser víctimas de un nuevo ataque. Su mayor problema es que este es el cuarto atraco en los últimos meses de que son objeto ciudadanos germanos.
Los nicaraguenses tampoco están muy contentos con los señalamientos que el gobierno de Figueres les ha hecho como los causantes de la violencia en Costa Rica. Eso se suma a su ya tradicional antipatía por los ticos, a quienes consideran elitistas, dicen que "se creen gringos" al punto que no resisten su forma de pronunciar la 'R', pues lo hacen de la misma forma que los estadounidenses. Para el sociologo Francisco Escobar señalar a nicaraguenses como responsables del secuestro es una muestra más de su xenofobia. "El gobierno ha encontrado muy cómodo decir que no se trata de problemas internos sino de asuntos nicaraguenses. Total, aquí echarle la culpa a ellos de todo lo que pasa es una costumbre ancestral ".
Lo más curioso para muchos es que parece que el gobierno no está totalmente traumatizado con lo que está pasando, pues no se ha esforzado en poner fin a la situación: no ha intentado establecer conversaciones con los secuestradores pero tampoco sus operativos policiales han sido 1o suficientemente efectivos como para dar con el paradero de los secuestradores. De seguir así, el hecho no alcanzaría una gran trascendencia, cosa que resulta bastante extraña en un país en el cual las acciones violentas son aún muy escasas. O tal vez sea un indicio más de que el sueño dorado de la Suiza de Latinoamérica terminó y que está siendo azotada por la misma violencia que han vivido sus vecinos, que los costarricenses siempre han mirado con tanto desdén y lejanía.