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El presidente español Mariano Rajoy está contra la pared por cuenta de un escándalo por sobresueldos al interior del Partido Popular (PP). El mandatario ordenó una auditoría para revisar las cuentas externas de los miembros de su partido y prometió adoptar medidas contra la corrupción. | Foto: AFP

ESPAÑA

El Gürtel-Gate

Las cuentas en Suiza del extesorero del Partido Popular amenazan el gobierno de Mariano Rajoy. Las revelaciones, que incluyen tentáculos en América Latina, reivindican las investigaciones del juez Baltasar Garzón.

26 de enero de 2013

España está siendo sacudida hoy por el mayor escándalo de corrupción de su historia democrática, al conocerse que el gobernante Partido Popular (PP) se ha financiado ilegalmente con cuentas secretas en paraísos fiscales y que sus líderes recibían sobresueldos en efectivo. Esta compleja red causó en 2012 la expulsión del juez Baltasar Garzón, quien inició las investigaciones que ahora comprometen hasta al presidente Mariano Rajoy.

En el centro de todo está Luis Bárcenas, amigo de Rajoy, del expresidente José María Aznar y de la cúpula del PP, tesorero del partido durante 26 años, y en riesgo de ser condenado a más de 20 años de cárcel.  Cuando el 16 de enero estalló el nuevo capítulo al conocerse las cuentas en Suiza abiertas por Bárcenas, Rajoy y la cúpula negaron todo, dijeron que ni su partido ni ellos habían recibido “dinero negro”, pero ante la presión Rajoy ordenó la semana pasada realizar auditorías a su partido.

El Watergate a la española empezó en 2009 con unos trajes a la medida que recibió  el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, de un empresario que le pagaba así sus favores. Garzón les siguió la pista y  descubrió que Francisco Correa también daba regalos a la esposa de Camps y a otros del PP, a cambio de contratos públicos. 

Al principio, Rajoy y la cúpula del PP respaldaron a Bárcenas , e incluso el partido pagó su abogado, pero “hoy Bárcenas es como un leproso, aunque todos o un grupo selecto del PP se benefició de sus argucias”, dijo a SEMANA Pilar López, portavoz del socialista PSOE en Madrid.

El PSOE y los demás partidos reclaman que se abra una investigación parlamentaria sobre el PP, pero este  tiene la mayoría absoluta y Rajoy no está dispuesto a hacerse más vulnerable.  Por eso, las medidas anunciadas por este causan escepticismo, y se espera que las auditorías digan que las irregularidades fueron solo de Bárcenas, y de unas manzanas podridas que actuaron a espaldas de Rajoy y del partido. Como dijo a  SEMANA el politólogo Luis Martínez, de la Universidad Complutense,  “¿qué otra cosa se puede esperar de una auditoría externa que yo  mismo pago? ”.

Lo más escandaloso es el resultado que esto tuvo para Garzón. El  juez de la Audiencia Nacional vio indicios de que Correa seguía manejando su red desde la cárcel con  sus defensores, así que ordenó grabar las llamadas de ellos, poco después de acusar a Bárcenas de recibir 1,3 millones de euros de Correa. Y esas chuzadas lo perdieron, pues los abogados lo acusaron de prevaricato,  la Administración de Justicia lo apartó de sus funciones en 2010 y le abrió un proceso que concluyó dos años después con su expulsión de la carrera judicial.

Las nuevas incidencias pusieron de nuevo a Garzón en la palestra y más de 10.000  ciudadanos han enviado mensajes electrónicos para que sea rehabilitado. El exjuez solo ha dicho a la prensa: “Yo buscaba localizar los fondos (pagados por Correa al PP) y ahora se ven: 22 millones han aparecido en Suiza”.

El nuevo juez, Antonio Pedreira, aseguró que no existían pruebas para incriminar a Bárcenas, pero la Fiscalía Anticorrupción apeló y consiguió que en 2012 Bárcenas volviera a la silla de los acusados. Desde entonces su situación se ha agravado, pero mucho más en las últimas semanas cuando ingresó 10 millones de euros al país, aprovechando un polémico decreto de amnistía fiscal aprobado por el PP.  El PSOE preguntó en el parlamento: “¿Cuántos Bárcenas más se han beneficiado de la amnistía fiscal para lavar dinero negro?”. Y en respuesta, se supo que otro alto exdirigente del PP, Alberto López, regularizó 1,6 millones de euros que tenía en Suiza.

Correa también tendió sus tentáculos en América Latina, entre ellos Colombia. En las grabaciones publicadas por El País aparece que Correa y varios políticos del PP buscaban desde 2009 influir en Yuri  Chillán, secretario de la Alcaldía de Bogotá, para que fuera nombrado en la gerencia de la Empresa de Energía Álvaro Villegas, a quien describen como ex embajador de Colombia en España e íntimo amigo suyo. En cualquier caso, el nombramiento que mencionan nunca se produjo. 

Las investigaciones están terminando con la ya minada credibilidad del PP y de Rajoy.  Ahora la pregunta más formulada en España es: ¿el Gürtel-gate tumbará a Rajoy como el Watergate lo hizo con Nixon?