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EL NUEVO RETO

Los salvadoreños aún deben desarmar los espiritus.

18 de enero de 1993

DESPUES DE 12 AÑOS DE hostilidades y más de 75.000 muertos, los salvadoreños celebraron el 15 de diciembre la finalización de la guerra civil. Como correspondía, la ceremonia contó con la presencia de muchos personajes: el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Boutros Boutros Ghali, varios presidentes centroamericanos, representantes de Estados Unidos, Colombia, Venezuela, Mexico y España y el nuncio apostólico para Centroamérica. Y por supuesto, el presidente Alfredo Cristiani, su gobierno y la plana mayor del Frente Farabundo Marti para la Liberación Nacional, los contendores en la lucha.

El FMLN, convertido en partido político, tomara parte en las elecciones presidenciales de 1994, vigiladas por la ONU. El destacamento de la Organización ONUSAL, supervisará además el cumplimiento de los puntos pendientes, como la transferencia de 70.000 hectáreas de tierra a ex guerrilleros y la "depuración" de unos 100 oficiales del ejército.

Pero los abucheos que se escucharon en la plaza de lado y lado, indican que los salvadoreños aún tienen que desarmar los espiritus. Una guerra que nadie ganó efectivamente requiere de una alta dósis de buena fe de parte y parte, y las heridas están aún lejos de sanar. -