El regreso del 'Chino'

El nombre de Alberto Fujimori no deja a nadie indiferente. Para unos es el presidente peruano que se refugió en Japón para evitar a la justicia de su país. Para otros, el símbolo de la época en la que se derrotó el terrorismo y la politiquería en Perú. Cuando estaba en la cresta de su popularidad, muchos en Latinoamérica pedían un 'Fujimori' para sus países. Hoy mencionar ese apellido es sinónimo de corrupción y desprecio por la democracia.

Pero la historia se escribe a diario, y la de Alberto Fujimori aún no termina. Desde su exilio en el país de sus ancestros sigue defendiendo su inocencia y sosteniendo que su proyecto sigue vigente. Respaldado por un nivel de popularidad que no desaparece, el ex presidente libra una batalla jurídica no sólo por limpiar su nombre, sino por postular su nombre a la Presidencia.

Hace dos semanas Fujimori y sus seguidores consiguieron una victoria en esa campaña. El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) dio luz verde a la agrupación política independiente Sí Cumple para inscribirse y participar en las próximas elecciones generales. De esta forma, Sí Cumple, presentaría al ex mandatario como candidato presidencial para 2006.

El presidente del JNE, Manuel Sánchez-Palacios, confirmó la resolución que habilitaba a Sí Cumple como partido e indicó que "si Fujimori no tiene un proceso abierto y no se ha emitido una sentencia, existe la presunción de inocencia, entonces podría postular a la Presidencia".

Estas declaraciones provocaron la reacción de varios frentes que no aceptan la postulación de Fujimori. Juristas consultados por SEMANA declararon que esta postulación es imposible pues en noviembre de 2000, poco después de que renunció a la presidencia desde Japón, el Congreso de la República lo inhabilitó para ejercer cargos públicos por 10 años.

Los constitucionalistas se basan en el artículo 100 de la carta peruana que permite al Congreso incapacitar, juzgar y quitarle los derechos políticos a un ciudadano. Sin embargo, el Tribunal Constitucional (TC) sentenció que el Congreso no puede imponer sanción hasta que el poder Judicial no dictamine por sentencia firme la conducta penal de la persona.

Ante las críticas, el máximo representante del JNE declaró que sus frases habían sido mal interpretadas. Y el martes 20 el JNE evidenció la preocupación oficial al declarar improcedente a Sí Cumple con un argumento que suena a pretexto. Según el organismo, Sí Cumple estaba antes registrada como Vamos Vecinos y su cambio de nombre se hizo sin todos los requisitos estatutarios. Fujimori rechazó esta argumentación y dijo que"las maniobras antidemocráticas e intervencionistas" del gobierno no lo harían desistir de postular en las elecciones del 2006. "La inhabilitación del Congreso que pesa sobre mí es para ejercer cargo público, no para postular" declaró.

Sí Cumple tiene a su disposición la posibilidad de presentar recursos contra lo dispuesto por el CNE. Pero lo cierto es que aunque la postulación de Fujimori a la Presidencia es aún una posibilidad remota, no lo es para sus seguidores, en su mayoría de sectores populares, para quienes el retorno de Fujimori (o del fujimorismo) es una opción de cambio frente a la demagogia de los partidos políticos tradicionales y las promesas incumplidas de los gobernantes de turno. Mucha gente no olvida que una de las victorias de Fujimori fue la captura de Abimael Guzmán, líder del grupo terrorista Sendero Luminoso. Sobre todo ahora que un presunto líder del mismo amenaza con reanudar la violencia que caracterizó al gobierno de Alan García, quien puntea en las encuestas de las elecciones de 2006.