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EL REGRESO DEL TORRISMO

A cuatro años de la invasión estadounidense, los panameños rechazaron las secuelas de la intervención.

13 de junio de 1994

CON EL TRIUNFO DE ERnesto Pérez Balladares (llamado el 'Toro') como presidente de Panamá, no sólo resurgió la democracia en el istmo sino Panamá como país independiente. "Hemos podido probar que somos país soberano e independiente y no una colonia, y que no necesitamos de la intervención de un país extranjero", dijo el presidente del Tribunal Electoral, Eduardo Valdés, al hacer la evaluación de los comicios más tranquilos y limpios que se recuerden en las últimas décadas.
Pero el resultado refleja también el cambio de prioridades del gobierno de Estados Unidos a partir de la posesión de Bill Clinton, y la disminución de la importancia político-estratégica de Panamá en el mundo posterior a la Guerra Fría.
La razón es que Pérez Balladares ganó a pesar de haber sido candidatizado por el Partido Revolucionario Democrático, fundado por el general Omar Torrijos en 1979 con un mensaje de nacionalismo, diálogo y retorno a la autoridad civil. Se trata de la misma agrupación que se encontraba en el poder cuando el presidente estadounidense George Bush invadió a Panamá en 1989 para capturar al hombre fuerte, general Manuel Antonio Noriega, quien había renegado en la práctica de las ideas de su antecesor, y era acusado de colaborar con el narcotráfico. Pero el gobierno saliente de Guillermo Endara, quien no sintió verguenza por posesionarse de su cargo en el interior de una base militar estadounidense, no sólo no detuvo el narcotráfico, sino que permitió, por acción u omisión, que el flujo de drogas y dinero sucio siguiera creciendo. Y por añadidura, convirtió el país en un pozo de corrupción.
De ahí que, con los fines de la invasión desvirtuados y el mundo en otra tónica, Washington ya no esté interesado en patrocinar reyezuelos poco confiables, e incluso haya recibido sin reservas la victoria de Pérez.
El presidente electo ha declarado que su triunfo no significa el regreso al período de confrontación que caracterizó al norieguismo, sino a las raíces del mensaje político de Torrijos, gestor de los acuerdos con Estados Unidos para la devolución del Canal al final del siglo.
Por otro lado, el surgimiento del cantautor Rubén Blades pareció confirmar que en América Latina, con la excepción notoria de Colombia, las opciones extrapolíticas, al estilo de Alberto Fujimori en el Perú, tienen cada vez más posibilidades. Blades consiguió un meritorio tercer puesto con sólo unos meses de actividad proselitista y se consolida como una alternativa no despreciable hacia el futuro.