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El sol con las manos

Los expertos critican por inútil el control a materias primas en Estados Unidos.

4 de diciembre de 1989

A partir de este mes ya no será tan fácil vender y comprar ciertos productos químicos en Estados Unidos. La razón es que acaban de entrar en vigor una serie de normas de la DEA (Drug Enforcement Administration) que pretenden impedir que los ingredientes usados en el proceso de las drogas lleguen a manos de los narcotraficantes. Pero a pesar de que se trata de una medida que parece absolutamente lógica, ya son muchas las voces de expertos que la critican y que la comparan con "querer tapar el sol con las manos".
La razón de ese fracaso anunciado tiene varias cabezas. Por una parte, porque, según esos expertos, los narcotraficantes han llegado a un alta grado de sofisticación que les permitiría aplicar muchísimas alternativas técnicas. Por la otra, porque la química es capaz hoy de producir cualquiera de esas sustancias en forma sintética -la razón, por ejemplo, para que se siga usando la hoja de coca sería fundamentalmente económica. Por último, la mayor parte de los productos químicos usados en los procesos son tan comunes, que sus ventas serían muy difíciles de controlar, pues en países industrializados, como Estados Unidos, el monto de las ventas asciende a cifras fantásticas.
El caso de la cocaína es el mejor ejemplo. Además de la hoja de coca, los "cocineros" requieren kerosene, amoníaco, cal, carbonato de sodio, ácido sulfúrico, permanganato de potasio, éter etílico y ácido clorhídrico, todas ellas materias primas industriales perfectamente legales.
Si se toma sólo el caso de los solventes, el ejemplo se hace aún más demoledor. "Sólo en este país, declaró un dirigente gremial norteamericano a The New York Times, se venden 6 mil millones de libras anuales de tolueno y dos mil millones de libras de acetona. Nosotros los vendedores podremos mantener nuestros libros de ventas y distribución pero el control lo tendrá que hacer la DEA. Y no será fácil".
No se trata solamente del enorme volumen de las ventas legales de materias primas, ni de la facilidad de los narcos de cambiar en un momento dado los ingredientes de acuerdo con su disponibilidad. Lo que preocupa también a muchos expertos es la aparición en el mercado de nuevas drogas sintéticas que no requieren un producto vegetal como punto de partida. Y lo más grave es que, según esos mismos expertos, ese tipo de droga puede resultar mucho más potente y peligrosa que, por ejemplo, la cocaína y la heroína.
DROGAS NUEVAS
Uno de esos expertos es el doctor Gary Henderson, profesor asociado de farmacología en la Universidad de California. Henderson es el creador de la expresión "drogas de diseñador", para distinguir a ciertas sustancias creadas con el fin de sortear las disposiciones legales, superar la escasez de ciertos ingredientes o incluso para producir efectos más potentes y duraderos en el usuario.
Henderson trae a cuento el caso de 3-metilfentanylo, un depresivo mi veces más fuerte que la heroína. Según él, un ingeniero químico norteamericano terminó en la cárcel después de producir 10 millones de dosis en un solo proceso mediante una sintesis de laboratorio relativamente simple. Todo lo que el criminal necesitó fueron unos cuantos kilos de materiales químicos, que compró tranquilamente en un almacén minorista.
Son varios los productos sintéticos que las autoridades norteamericanas han detectado, y todos parecen provenir de procesos relativamente sencillos. Uno de ellos es la "Ketamina", un anestésico que produce efectos similares a la heroína. También conocido en el medio de los drogadictos como "vitamina K", la ketamina es fácil de obtener en Estados Unidos pues aún no ha sido clasificada entre las drogas peligrosas, a pesar de que ya fue comentada por el famoso órgano publicitario de la cultura de la droga, la conocida revista High Times.
Otra droga nueva es la "Eu4ia", que en inglés se pronuncia "Euforia". Se trata de un estimulante parecido a la anfetamina, que se produce a partir de materiales que se encuentran en muchos productos legales, sobre todo en píldoras para adelgazar. Para el doctor Henderson, la "Eu4ia" sería el sucedáneo más probable si el flujo de cocaína lograra ser erradicado.
El caso de la droga "Ice" (hielo) ha recibido bastante publicidad en los últimos meses, sobre todo por los síntomas que produce, tan violentos como los de un ataque de esquizofrenia. Pero lo más grave es que el "hielo", como cualquiera otra metamfetamina puede sintetizarse a partir de la efedrina, que es un ingrediente presente en muchos remedios contra el resfriado, que ni siquiera requieren fórmula médica.
Los ejemplos internacionales no se quedan atrás. No sólo en los países socialistas los adictos se inventan las recetas más extrañas. En Nueva Zelanda, por ejemplo, los narcotraficantes han desarrollado una técnica para extraer la codeína del producto más conocido en el país contra la gripa. Así, una medicina tan inocente es convertida en una forma burda de heroína. Y lo peor es que no se requiere ser ningún Nobel de química para lograrlo.
DIFICULTADES INTERNACIONALES
Aún aceptando que el control de productos químicos fuera eficaz para detener la producción de drogas, los críticos opinan también que en el campo internacional los obstáculos para ponerlo en práctica son más grandes que en el doméstico.
Aunque se firmó una convención sobre el tema en 1988, rubricada por 88 países, la mayoría debe ratificarla. Pero aún en el mejor de los casos, no se espera que los países con industrias químicas muy importantes, como Suiza, vayan a aceptar de muy buen agrado imponer controles de dudosa eficacia y altos costos.
Las críticas contra la medida en Estados Unidos -en Colombia existe desde hace varios años- parecen indicar que el problema de las drogas no puede detenerse en el campo técnico y que el económico sigue siendo un factor fundamental. Un agente de la DEA lo puso en forma muy clara: "Si el torrente de cocaína o de heroína se secara algún día, alguna de las nuevas sustancias sintéticas las reemplazarían. Y aún cuando los grandes capos de la droga se mantuvieran en el negocio, podría llegar el día en que produjeran su mercancía en forma totalmente sintética, sin necesidad de los ingredientes naturales. Sólo que por ahora la economía está en contra de esa posibilidad, pues la coca y el opio aún son demasiado baratos y disponibles como para molestarse en sintelizarlos"-