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La oposición venezolana tiene "la esperanza puesta" en la auditoría que considera que implicará el recuento parcial de los votos de las elecciones del 14 de abril | Foto: EFE

ELECCIONES

Elecciones: la auditoría que se enredó en Venezuela

Tras una semana, la revisión de los resultados electorales aún no inicia. Oposición cuestiona la dilación.

Catalina Lobo-Guerrero, corresponsal de SEMANA en Caracas
24 de abril de 2013

Hay muchas expectativas sobre la revisión de los resultados electorales solicitada ante el Consejo Nacional Electoral de Venezuela por el candidato Henrique Capriles. La petición la hizo su comando de campaña argumentando que hubo graves irregularidades en estas elecciones, en las que Nicolás Maduro venció por un estrecho margen de menos del 2 % al candidato opositor.

Públicamente, las rectoras del CNE anunciaron al país que esta semana empezaría el proceso de auditoría, pero todo parece indicar que las cosas se están dilatando. El comando de campaña de Capriles dijo que había enviado cuatro comunicaciones formales a las rectoras de la entidad pero aún no había recibido respuesta.

Mientras tanto, el tiempo corre, lo que afecta las posibilidades del candidato de la oposición a la hora de demandar formalmente la elección. Según la ley, tiene tan solo 15 días hábiles desde la proclamación, es decir el próximo 9 de mayo, para impugnar los resultados electorales en las mesas en las que crea que hubo irregularidades.

Para poder documentar esas irregularidades, es fundamental hacer ese proceso de auditoría, pues le permitiría al candidato de oposición sustentar mejor las denuncias que ha hecho de manera mediática, con algunas imprecisiones. Sin embargo, hay dudas sobre la independencia del CNE y sobre la información que el organismo está dispuesto a entregar.
Estos son los siete datos claves que hay que saber para entender lo que está en juego en este proceso.

1. No será un recuento total de votos

Muchos de los opositores, que desconocen el proceso electoral, insisten en que se van a contar todos los votos de nuevo. Eso es falso. Sólo se realizará lo que el CNE ha llamado una "auditoría al sistema" para ver si funcionó bien. Eso quiere decir que aunque se cuentan las papeletas que quedaron depositadas en las urnas, sólo se hace para comparar que sea la misma cantidad de votos transmitidos por la máquina. El acto no se considera reconteo oficial porque el CNE alega que los votos están en la máquina.

2. Se revisará una muestra de una muestra

En Venezuela se hace un proceso de auditoría, la misma noche de elecciones, sobre el 54 por ciento de las mesas de votación. Como se supone que esas mesas ya fueron auditadas, el CNE anunció que para esta nueva auditoría se haría sobre el 46 por ciento restante de las mesas que no han sido revisadas. Pero eso no significa que se van a revisar todas esas mesas, sino una muestra de ese 46 %.

La idea es que se van a auditar, aleatoriamente, solo 400 mesas por día, lo que equivaldría a 12.000 cajas o menos durante un mes. Para eso trabajarán 20 comisiones, integradas por testigos de cada uno de los partidos, que trabajarán 10 horas diarias. A ese ritmo las comisiones evaluarían una mesa cada 30 minutos.

3. ¿Muestra aleatoria o preseleccionada?

Henrique Capriles dijo en una rueda de prensa que "en esas 12.000 están los problemas, ahí podemos demostrarle al país la verdad. “Sin embargo, aún no se sabe cuáles serán esas 12 mil mesas que el CNE permitirá auditar, mucho menos si esas 12.000 son las mismas que la oposición tiene en mente. En teoría, deberían seleccionarse de manera aleatoria”.

4. No se auditaron tampoco el 54 % de las mesas

El CNE dice que ya se hizo una revisión del 54 % de las mesas de votación, la misma noche de elecciones. Esa es la cifra que por lo general se dice en todos los comunicados, pronunciamientos, etc. pero el mismo manual de mesas de votación del CNE para estas elecciones decía que se haría una auditoría sobre el 52,9 %. Además, en la práctica, y según los antecedentes de las pasadas elecciones el 7 de octubre, es poco probable que se haya llegado a ese nivel de auditoría.
La organización Súmate, ligada a la oposición, dijo en un informe que en ese entonces, en el 10 % de las mesas que se suponía deberían ser auditadas no se hizo. Es temprano para conocer si en este caso sí se llegó a cumplir con el porcentaje esperado.

5. Faltan 3 piezas claves

Una de las cosas que más preocupan en este proceso es que el CNE no acceda a entregar la información de manera completa. Si solo permite cotejar las actas de votación, que emite la máquina al final del cierre de mesa en la que aparecen los votos por cada candidato y totales, con las papeletas que quedan en las urnas, es probable que la auditoría no sirva para detectar las irregularidades que la oposición quiere demostrar.

Para poder demostrar fraude o inconsistencias, y poder impugnar la elección en esas mesas, la oposición necesita tener acceso a otras tres piezas claves de información: el cuaderno de votantes de cada mesa, el registro de huellas en cada mesa, que genera la máquina capta huellas, y el registro de votantes que recoge el total de electores que participaron con sus huellas respectivas en estas elecciones.

Hay razones para creer que hubo suplantación de votantes o que una misma persona votó dos veces o más, pero en mesas distintas. Si es así, su impresión dactilar aparecería tantas veces como votó en el registro de huellas. Algunos reportes de testigos, incluso ante los acompañantes internacionales de Unasur, señalan que las máquinas capta-huellas usadas en estas elecciones permitían que hasta los extranjeros pudieran votar, es decir, en vez de ser una tranca para blindar el sistema, habrían facilitado el fraude. Pero eso sólo se puede saber si el CNE entrega esa información, como dijo públicamente que lo haría. En el pasado, sin embargo, cuando la oposición lo solicitó, argumentó que por falta de tiempo no podía entregarlo.

6. La impugnación no significa volver a una elección

Una vez se tengan pruebas de que no concuerda la información en el acta con las papeletas y el cuaderno de votantes, o que hay inconsistencias en el registro de huellas, o que el acta no estuvo firmada por todos los testigos, entre otros motivos, la oposición debe impugnar la elección en esas mesas. Si el total de mesas afectadas, con justa causa, no altera el resultado final total de las elecciones, es decir, si a pesar de esas mesas Nicolás Maduro sigue ganando en número de votos a Capriles, no se repetirían elecciones. Si la diferencia es favorable a Capriles, se debe repetir la elección en esas mesas específicas.

7. La última opción

La ley dice que una elección se considera nula si hubo violencia o coerción, más allá de las irregularidades electorales en el proceso. La oposición ha mostrado algunos videos de voto asistido, en el que algunas personas habrían sido presionadas para votar por un candidato, violando la secrecía de del voto, por ejemplo. También alega que sus testigos fueron expulsados, incluso con armas, de los puestos de votación. Pero es ante el Tribunal Supremo de Justicia que la oposición tendría que demandar la elección y remitir las pruebas y no ante el CNE.