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Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. | Foto: Archivo SEMANA

ELECCIONES

Las razones por las que perdió el oficialismo en Venezuela

La falta de garantías para el ejercicio de la política, la poca libertad de expresión, la inseguridad y la crisis económica le pasaron la cuenta de cobro a Nicolás Maduro.

6 de diciembre de 2015

Los resultados son claros: por primera vez, desde la Constitución de 1999, la oposición en Venezuela gana unas elecciones nacionales. Este domingo quedó comprobado que el chavismo está debilitado y que los venezolanos piden un cambio a gritos.

La Asamblea Nacional tuvo un vuelco y la oposición se hizo con 99 curules, mientras que el oficialismo, que reinaba desde hace 17 años, quedó con 46 escaños (quedan 19 pendientes de asignar).

Y es que aunque el gobierno de Nicolás Maduro y el PSUV usaron todas las cartas posibles para ganar adeptos en estas elecciones, parece que no fueron muy efectivas. Uno de los dardos más estratégicos del mandatario fue culpar a Colombia de todos los males en su propio patio e intentar detener el supuesto daño que le estaban haciendo a su ‘República Bolivariana’.

Fue así como el pasado 19 de agosto cerró la frontera del Estado de Táchira con Cúcuta y Villa del Rosario (Norte de Santander), decretó el estado de excepción y empezó a expulsar a los connacionales indocumentados.

Su excusa para tomar esas decisiones fue una: necesitaba acabar con el ‘paramilitarismo colombiano’ que azotaba a su país y que, según él, tiene a Venezuela en la situación que está: en una debacle económica, una inflación exagerada, escasez de alimentos básicos de la canasta familiar y el aumento de la inseguridad, entre otras problemáticas. Y con esa estrategia –que dividió a los venezolanos aún más- llegó hasta este domingo de elecciones. 

Otras decisiones del oficialismo, también fueron vientos a favor de la oposición: como la falta de garantías para el ejercicio de la política.

Muchos estuvieron en desacuerdo con la condena de casi 14 años al líder opositor Leopoldo López. Antonio Ledezma, alcalde de Caracas, está detenido desde el pasado febrero –y en arresto domiciliario desde abril- por una supuesta conspiración contra el mandatario venezolano.

Sumado a eso, el gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, denunció el pasado 10 de noviembre un supuesto ataque armado en su contra. “Nicolás Maduro mandó a echarme plomo”, dijo.
 
El pasado 25 de noviembre Luis Manuel Díaz, secretario de Acción Democrática en el estado de Guárico, fue baleado en una tarima durante un acto al que asistía Lilian Tintori –esposa de Leopoldo López-, entre otros opositores de Maduro.

El lenguaje fuera de tono de Maduro también podría haber ayudado a la oposición. En las últimas alocuciones el presidente venezolano no solo retaba a sus opositores, sino que además manifestaba que, como fuera, no dejaría acabar el legado del ‘comandante Chávez’.

En definitiva, un gran porcentaje de los venezolanos está cansado de la falta de garantías para el ejercicio de la política, la poca libertad de expresión, la inseguridad, la crisis económica y, sin duda, quieren probar un cambio. A Nicolás Maduro y al chavismo les pasaron la cuenta de cobro.