Home

Mundo

Artículo

EN LA PLAZA DE MAYO

La protesta social en Argentina recuerda que los pobres son los afectados por el ajuste neoliberal.

8 de agosto de 1994

EN TODO TIPO DE VEHICUlos de transporte colectivo e individual, la marcha había comenzado días antes en varias regiones del interior de la República Argentina. El objetivo: llegar hasta la Casa Rosada, la sede oficial del gobierno del país, para decirle al presidente Carlos Saúl Menem que su política económica había dejado a los manifestantes en la miseria.

El presidente rechazó el movimiento, al que calificó como "un ataque contra el país; no contra el gobierno", y sostuvo que nada de lo sucedido ese miércoles 6 de julio cambiaría su política de liberalización de la economía.

Pero lo cierto es que la marcha retiñó los problemas de ese programa liderado por su ministro de Economía Domingo Cavallo. Es cierto que la inflación ha bajado del 5.000 por ciento en 1989 a menos del 5 por ciento, y que el crecimiento de la economía del país ha estado entre los mayores del mundo desde 1991, mientras decenas de miles de millones de dólares entran como inversión extranjera.

Pero también es cierto que se han dejado de lado los programas sociales, el desempleo se ha duplicado a más del 10 por ciento y las provincias lejanas a la capital están en la miseria. Como dijo el activista Carlos Alvarez, "el gobierno no puede pasar eso por alto".