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EN RETIRADA

LA SALIDA DE LOS SERBIOS DE SARJEVO CONFIRMA QUE EL CESE AL FUEGO NO ES GARANTIA DE PAZ EN BOSNIA.

22 de abril de 1996

El nombre de Sarajevo hoy está vinculado al horror y a la intolerancia. Esa es una imagen muy diferente a la que tenía hace poco más de un lustro; entonces era un testimonio de la multiplicidad cultural, del encuentro entre la tradición europea y el encanto de oriente. Tanto que muchos se atrevieron a calificarla como una prueba urbana de la convivencia multiétnica: musulmanes, croatas católicos y serbios ortodoxos compartían el territorio por el que durante más de mil años habían luchado sus ancestros.Más allá de los horrores vistos durante los cuatro años de guerra civil en Bosnia, a muchos observadores internacionales les causaba una particular tristeza el derrumbe del modelo de Sarajevo. Esa nostalgia quedó plasmada en el acuerdo logrado en Dayton (Ohio) por los representantes de Bosnia, Croacia y Yugoslavia. El documento preveía que el restablecimiento de la paz en Sarajevo sólo sería posible si la ciudad quedaba bajo el mando de una autoridad musulmana que respetara la residencia de todos los ciudadanos bosnios sin importar su origen o religión.La razón para otorgar la autoridad a los bosnios musulmanes se basó en que los bosnios serbios llevaron la iniciativa del desangre de esa ciudad, a la que sometieron a ataques inmisericordes de francotiradores y artillería, dirigidos contra la población civil. Como por otra parte al final fueron los serbios bosnios quienes resultaron derrotados por la ofensiva aérea de la OTAN (desencadenada por una masacre de civiles) y por el ataque conjunto de croatas y bosnios musulmanes, los serbios se vieron obligados a aceptar que el presidente de lo que queda de Yugoslavia, el serbio Slobodan Milosevic, se sentara a representarlos en la mesa de negociaciones. Ante la derrota de que fueron objeto sus chetniks en pocas semanas, su vocación de diálogo estaba más cercana a la capitulación que a la búsqueda del consenso. Sin embargo el acuerdo parecía inmejorable para quienes, luego de ser los agresores, habían resultado vencidos. Al fin y al cabo los bosnios serbios tendrían derecho a ocupar el 49 por ciento del país, aunque el dominio de Sarajevo quedaría en manos de los bosnios musulmanes.Pero al tratar de poner en práctica un tratado que intentaba devolver las cosas a su lugar, los bosnios serbios comenzaron a desalojar Sarajevo. Primero los distritos de Ilijas y Vogosca, luego los de Ilidza y Dobrinja y, por último, el de Grbavica fueron desocupados. Hombres, mujeres y niños huyeron en camiones, automóviles y carretas porque temían ser objeto de la venganza de los bosnios, que el 19 de marzo asumirían el control total de la ciudad. A su salida únicamente dejaron pruebas de su odio, quemaron sus casas, los enseres que no podían llevarse y hasta los libros: no debían dejarle nada que les sirviera a los musulmanes.Hoy el sueño serbio-bosnio no es la reunificación de Sarajevo. Ellos aspiran a construir una 'Sarajevo serbia' en la región de Pale, que está en el territorio bajo su control. Los diseños de la nueva urbe fueron contratados por los dos hombres que están acusados de crímenes contra la humanidad: Radovan Karadzic, presidente de la autodenominada República Serbia de Bosnia, y Momcilo Krajisnick, presidente del 'parlamento'. El costo de la obra está presupuestado en 6.000 millones de dólares y su tiempo de ejecución sería de 10 años.Aunque la edificación de una nueva ciudad es utópica _tanto que el mismo presidente yugoslavo, Slodoban Milosevic, recomendó a los serbios bosnios permanecer en Sarajevo_, su proyección en sí es un signo de las posiciones irreconciliables entre bosnios serbios y bosnios musulmanes . Y es que era imposible que con el acuerdo de Dayton se lograra algo más que el cese al fuego, pues quedó demostrado que una rivalidad así no se supera con un tratado. Lo malo es que, tal como están las animosidades de los actores del drama, no sería nada raro que cuando las tropas de la OTAN abandonen Bosnia los serbios bosnios quieran recuperar a Sarajevo. Una ciudad que nunca podrá volver a ser la misma.