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. | Foto: EFE

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En Venezuela se habla de golpe de Estado

Inquietud en Caracas por las versiones que mencionan un ruido de sables contra el presidente Maduro.

20 de mayo de 2013

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, apareció este lunes en la televisión junto al alto mando militar para evaluar un plan de seguridad ciudadana que tiene a los soldados en las calles, en el mismo momento en que la oposición daba cuenta de versiones sobre un supuesto plan de golpe de Estado.

Según cuenta la agencia Efe, la aparición de Maduro en la televisión estatal se produjo en el mismo momento en que en la televisión privada un grupo de diputados opositores difundía una grabación, atribuida a un comentarista de televisión chavista y a un supuesto jefe de la inteligencia cubana, con detalles de un supuesto plan golpista que involucraría al ministro de Defensa, el almirante Diego Molero.

Maduro no hizo alusión directa al asunto y destacó que entre los militares reunidos con él estaba Molero, repetidamente enfocado por las cámaras de la televisión estatal.

Molero es mencionado en la grabación que la oposición divulgó este lunes y atribuyó a Mario Silva, el conductor del programa nocturno de opinión La Hojilla, que transmite la estatal Venezolana de Televisión (VTV), y a Aramis Palacio, identificado como un alto jefe del G-2 cubano.

Según Silva, ha habido rumores de que Molero estaría tras un supuesto plan de golpe militar contra Maduro, lo que el comentarista supeditó a “una situación grave interna de chismografía, de rumores que nos están jodiendo”, según se escucha en la grabación divulgada este lunes.

En la conversación, que es casi un monólogo de Silva, el comentarista también habla de una supuesta trama de corrupción dirigida por el oficialista Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento).

Maduro aseguró en el acto con los militares que “cada vez que salen” a declarar “los enemigos de la patria, los que vendieron su alma al imperio (Estados Unidos), los que viven del chisme, de la intriga, del no hacer nada y no dejar hacer, más se fortalece” su gestión.

En lugar de Maduro, los opositores venezolanos, dijo el jefe del Estado, “me llaman Maburro, porque ellos lo subestiman a uno. ‘Eres bruto’, me dicen (...); bueno el Maburro y el bruto aquí va, pa’lante y con el pueblo”, remarcó.

“Yo no vine acá para ser un presidente débil frente a ninguna circunstancia, frente a ningún problema”, y “a quienes quieren desestabilizar le respondemos con trabajo”, agregó.

Recordó que hace una semana, conjuntamente con el inicio del plan de seguridad ciudadana callejera con apoyo castrense, presentó en un destacamento de Caracas otra iniciativa de su Gobierno para otorgar diversos beneficios sociales para los miembros de la Fuerza Armada, incluida un alza salarial.

“De acuerdo a la información que tengo -prosiguió sobre ello- ha causado un impacto muy positivo y motivador en la familia militar venezolana”.

Maduro dijo en ese contexto que los escenarios de violencia política y social solo están en “las mentes de quienes han vendido su alma al diablo imperial”.

“Si fuera por estos”, prosiguió, Venezuela “debería estar encendida en violencia, divisiones y confrontaciones estériles desde hace tiempo”, y la Fuerza Armada “divida y reprimiendo al pueblo, y nosotros matándonos a cuchillos unos contra otros”.

Al igual que advierte en cada alocución televisada, Maduro repitió que si Venezuela “cayera en las manos de quienes tienen en el alma odio e intolerancia (...), no solo se perdería esta patria sino que entraríamos en un caos de violencia inimaginable, incomparable con cualquier época histórica”.

Maduro no es reconocido como presidente por la oposición venezolana, que no acepta los resultados oficiales de las elecciones de abril y ha impugnado ante el Tribunal Supremo los comicios.