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V E N E Z U E L A

'Entregaron mi cabeza'

SEMANA entrevistó en Caracas al ex ministro Teodoro Petkoff sobre las verdaderas razones de su salida de ‘El Mundo’.

7 de febrero de 2000

Teodoro Petkoff, ex ministro de Planificación de la administración Caldera, tuvo que renunciar el pasado 21 de diciembre a la dirección del diario ‘El Mundo’ de Caracas y anunciarlo públicamente un día después, tras ocho meses de mantener una línea editorial crítica contra el gobierno de Hugo Chávez. El ex candidato presidencial, fundador del Movimiento al Socialismo y ex guerrillero aseguró que su renuncia se debió a presiones del gobierno, cosa que ha negado la cadena Capriles, propietaria de El Mundo. SEMANA habló en Caracas sobre el tema con Teodoro Petkoff. SEMANA: ¿Por qué renunció al cargo en medio de la peor tragedia natural del país y en vísperas de las fiestas de Navidad? Teodoro Petkoff: La palabra renuncia es muy inexacta. La familia Capriles López, propietaria de El Mundo, me planteó que la situación era insostenible para ellos desde octubre, cuando empezó el litigio sucesoral. Las exigencias del gobierno llegaron a un punto en que se veían obligados a pedirme la salida del diario eventualmente. Ese lunes 21, Miguel Angel Capriles me dijo que mi salida era de inmediato. SEMANA:¿Tenía que ser en ese momento y no después? T.P.: Ahora me doy cuenta que precisamente el gobierno hizo la exigencia para que yo me fuera en ese momento, justamente porque los agentes de esa presión, encabezada por el presidente de la Asamblea Constituyente, Luis Miquilena, secundado por los ministros Ignacio Arcaya y José Vicente Rangel, se dieron cuenta de que en medio de la tragedia y las fiestas navideñas mi renuncia forzada iba a pasar por debajo de la mesa sin hacer mucho ruido. SEMANA: Pero su ex patrón, la cadena Capriles, desmintió después que haya recibido presiones en su renuncia. T.P.: La declaración de los Capriles parece casi redactada por el canciller Rangel. Por cierto, hay un episodio muy singular. Hace un mes, el 29 de noviembre, Miguel Angel Capriles envió una carta al semanario La Razón, señalando todas las presiones de las que estaban siendo víctimas por parte del gobierno, la cual publicaron la última semana de diciembre. SEMANA:¿Qué sentido tiene que los Capriles hayan cortado su cabeza y luego nieguen que recibieron presiones del gobierno? T.P.: Los que pagan a un chantajista una vez tienen que seguir pagando toda la vida. Entregaron mi cabeza y colocaron como director adjunto a una persona que complace al gobierno y es muy amigo de Miquilena. SEMANA:¿Usted también era amigo de Miquilena? T.P.: Yo también lo era, por cierto. SEMANA:¿Es cierto que calificó a Miquilena de viejo borracho? T.P.: Bueno, eso fue en un periódico que me preguntó por unas declaraciones groserísimas que dio Miquilena. Entonces yo le dije que en este episodio parece que las ‘‘águilas cazan las moscas, cada cabrón juzga por su propia condición y en ese mundo de cloacas yo no me sé mover” y además ese es ‘‘un viejito borracho desmemoriado’’. SEMANA: El canciller Rangel dice que no hubo presiones y que su caso se limita a una simple relación laboral entre el patrón y el empleado. T.P.: A esta altura del juego es bien difícil que los sectores políticos puedan creerle a Rangel. Ha salido rayado en todo este episodio. SEMANA:¿Cómo ve ese viraje de Rangel si fue amigo suyo y compañero de lucha política? T.P.: Se ha volteado a favor del gobierno. SEMANA:¿Cree que el Canciller debería renunciar, como prometió, al primer intento de violación de la libertad de expresión? T.P.: Tendría que renunciar para ser fiel a su palabra. Pero no lo ha hecho porque le gusta el poder. SEMANA: Cuando era director de ‘El Mundo’ defendió el artículo de la información veraz. ¿Se siente como la primera víctima de ese instrumento constitucional? T.P.: No. De hecho ni siquiera fue a eso que apeló el gobierno. Yo decía que el artículo de la información veraz no significaba nada de amenaza contra la libertad de expresión porque cuando un gobierno quiere atropellarla no necesita apoyarse en la Constitución. Lo hace porque le da la gana. Tiene muchos recursos y en este caso se utilizaron recursos tradicionales. En Venezuela ha pasado en otras oportunidades. SEMANA:: ¿Si no representa una amenaza contra la libertad de expresión para qué entonces incluirlo en la nueva Constitución? T.P.: Porque considero interesante que exista una suerte de paradigma ético para los medios y los periodistas. SEMANA:¿Si no hubiera salido ahora de ‘El Mundo’ hubiese publicado el informe de Defensa Civil en el que desde el mismo 15 de diciembre advertía al gobierno que tomara medidas para minimizar la tragedia? T.P.: Yo sí. Además tengo copia de ese informe. SEMANA:¿Por qué cree que ninguno de los diarios venezolanos ha publicado ese informe y sólo la prensa extranjera lo ha hecho? T.P.: No sé. Debe ser por autocensura. Yo lo hubiera publicado, sobre todo después de que Rangel dijo que no existía y Chávez lo muestra por televisión. SEMANA: Sin embargo el canciller Rangel dice que el informe de Defensa Civil de 15 cuartillas es falso... T.P.: Es que Rangel fue pillado con las manos en la masa, mintiendo desembozadamente. Ahí nuevamente el Canciller demostró que mentir no le resulta difícil. Muestra una imagen de santón. Los hombres del poder deben tener dos, tres y cuatro discursos y, bueno, él los tiene todos. Una lengua para cada ocasión. SEMANA:¿Tiene usted autoridad moral para hablar de presiones cuando fue ministro del anterior gobierno de Caldera, el más nefasto de todos según el Canciller? T.P.: Admitamos que fue el peor gobierno de toda la historia venezolana, ¿qué tiene que ver eso con las presiones? Que yo sepa Caldera no presionó a nadie y yo como ministro no participé de ninguna presión. SEMANA:¿Y en lo económico? T.P.: Rangel es un ignorante en asuntos económicos, desgraciadamente, porque él tiene un rol importante en el gobierno. Si él entendiera un poquito de economía las cosas no irían tan mal pero no creo que sea este gobierno en particular, cuyo primer año ha sido el peor de los últimos 10 años económicamente hablando, el que pueda endosarme a mí alguna falla. SEMANA:¿Cuáles son sus planes políticos y editoriales? T.P.: No me voy a quedar quieto. No me voy a apartar del mundo político. En los ocho meses que estuve en El Mundo descubrí el mundo del periodismo, que me resultó fascinante. Me encantaría poder seguir en él. Vamos a ver.