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El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, exigieron a Muamar Gadafi el fuego "inmediato" y "verificable", so pena de arriesgarse a una intervención militar aprobada por la ONU. | Foto: AP

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Escepticismo en occidente ante el anuncio de alto al fuego en Libia

"Gadafi debe poner fin a los ataques contra la población", dijo Obama. "No nos vamos a dejar engañar", advirtió Rodríguez Zapatero. Por su parte, la OTAN acelera preparativos para una posible intervención militar.

18 de marzo de 2011

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, y el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, exigieron al líder libio, Muamar Gadafi, un alto al fuego "inmediato" y "verificable", y así no arriesgarse a la posible intervención militar aprobada por la ONU.
 
Ban y Zapatero se reunieron este viernes en Madrid después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara por diez votos a favor y cinco abstenciones la resolución 1973 que autoriza el uso de la fuerza para proteger a la población civil libia de los ataques de los militares leales a Gadafi.
 
En rueda de prensa, el jefe del Ejecutivo español y el secretario general de la ONU subrayaron la relevancia "histórica" de la resolución y llamaron al régimen libio a cumplir sin tapujos el alto el fuego que su ministro de Asuntos Exteriores, Musa Kusa, prometió tras conocerse la decisión del Consejo de Seguridad.
 
Zapatero destacó que la decisión del Consejo de Seguridad significa "un compromiso terminante, sin vuelta atrás, de la comunidad internacional con los derechos humanos y contra los crímenes contra la humanidad".
 
El presidente del gobierno español dejó claro que las acciones de la comunidad internacional deberán llevar en Libia a la exclusión de Gadafi del poder.
 
"La determinación de la comunidad internacional es inequívoca. Por eso hoy hago un llamamiento apremiante al régimen de Gadafi para que cese radicalmente el uso de la violencia contra su pueblo y de paso, tras abandonar el poder, a un cambio democrático en Libia", afirmó Zapatero, antes de lanzar otra advertencia.
 
"Que nadie se equivoque. La comunidad internacional no se va a dejar engañar por el régimen libio y va a verificar con todos sus medios el cumplimiento estricto de la resolución" de la ONU, manifestó.
 
El mandatario aprovechó para hacer hincapié en que España asume "por completo" su responsabilidad "con el cumplimiento y aplicación" de esta resolución.
 
Por ello solicitó al Congreso de los Diputados (Cámara Baja del Parlamento) la autorización para que las Fuerzas Armadas españolas puedan participar en esa eventual intervención militar en Libia, ofreciendo ya de entrada una "contribución importante" por parte de España.
 
Está previsto que Zapatero se reúna este sábado en Paris (Francia) con los miembros de la Unión Europea, la Liga Árabe y la Unión Africana para discutir la ejecución de la resolución 1973. En las últimas horas, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, invitó a la cumbre a "todos los Estados que quieran apoyar la aplicación".
 
Por su parte, el secretario de la ONU, Ban Ki-Moon, reiteró que es "absolutamente necesario que las autoridades libias cesen los ataques contra civiles", y recordó que la resolución de la ONU "prevé la autorización de todas las medidas necesarias, incluida una zona de exclusión aérea, para evitar más víctimas y pérdidas de vidas humanas".
 
Ban advirtió que los ataques contra civiles desarmados "es una violación de los derechos humanos y de la legislación humanitaria internacional", cuyos culpables "tendrán que rendir cuentas de ellos y tendrán que ser debidamente encausados".
 
Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que Gadafi debe cumplir con un cese al fuego y todos los términos de la resolución de la ONU, o tendrá que afrontar las consecuencias, que incluye una acción militar.

"El cese al fuego debe aplicarse de inmediato" y Gadafi debe frenar la campaña de represión, dijo Obama desde el Salón Este de la Casa Blanca, y reiteró que Estados Unidos no desplegará tropas en Libia.

"Si no se le pone freno, tenemos todos los motivos para creer que él (Gadafi) podría continuar cometiendo atrocidades" contra su pueblo, agregó el mandatario, tras una reunión con líderes del Congreso.

Obama dijo que Estados Unidos "actuará como parte de una coalición" para hacer cumplir una zona de exclusión aérea en Libia, si Gadafi, en el poder durante 42 años, no cesa de inmediato las operaciones militares contra grupos insurgentes.

El mandatario señaló que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, viajará este sábado a París para participar en la cumbre anunciada y junto a otros aliados discutirá los próximos pasos a seguir en Libia.

La OTAN acelera preparativos para posible intervención militar
 
Por su parte, los países de la OTAN acordaron acelerar sus preparativos para una posible operación militar en Libia, pero pospusieron al fin de semana cualquier decisión sobre si se usará el marco de la organización para combatir al régimen de Muamar Gadafi.
 
Según fuentes diplomáticas, todos los estados miembros apoyaron que se completen los planes militares "lo antes posible", a pesar de que dos socios -Alemania y Turquía- rechazan una intervención extranjera en Libia y han dejado claro que sus tropas no participarán en ningún ataque.
 
Las autoridades militares de la alianza atlántica aún necesitan algo más de tiempo para cerrar los preparativos técnicos requeridos para imponer la zona de exclusión aérea.
 
Fuentes de la OTAN consideran que esos planes militares podrían estar listos el domingo, pero insisten en que la resolución de la ONU "deja abierta cualquier opción" para la aplicación del bloqueo aéreo, tanto por organizaciones como por la propia alianza o por varios estados de forma individual.
 
Así, no descartan que una coalición de países pueda adelantarse e imponer por su cuenta la zona de exclusión para impedir los bombardeos de Gadafi sobre los rebeldes y que luego la OTAN -que necesita el consenso de sus 28 miembros- se sume y apoye esa operación.
 
Por su parte, Francia y Reino Unido ya han anunciado el envío de aviones de guerra al Mediterráneo para comenzar a corto plazo los ataques aéreos que se consideran necesarios para establecer la zona de prohibición de vuelos.
 
Junto a ellos, varios países de la Alianza, como Estados Unidos, Noruega, Dinamarca, Canadá, y algunos estados árabes estarían dispuestos a intervenir sin la OTAN.
 
Según testigos, pese al alto el fuego los combates continuaron esta tarde en las afueras de la ciudad de Misrata, en el oeste del país, y al sur de Ajdabiya, en el este.
 
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, consideró que hay "una necesidad urgente" de que la comunidad internacional intervenga en Libia.
 
"La resolución (aprobada por el Consejo de Seguridad) envía un mensaje alto y claro de toda la comunidad internacional al régimen de Gadafi: detenga su violencia brutal y sistemática contra el pueblo de Libia inmediatamente", señaló Rasmussen en un comunicado tras reunirse con los embajadores de los 28 socios de la Alianza.
 
Las mayores reticencias a aprobar una acción de la OTAN siguen llegando de Alemania y Turquía, según fuentes diplomáticas, aunque a priori ninguno de los dos usaría su capacidad de veto para frenarla.

Todas las decisiones de la Alianza se toman por consenso, por lo que el "no" de un sólo país bastaría para frenar una operación.

Por ahora, los aliados tienen desplegados desde hace días aviones radar AWACS que vigilan la situación en Libia las 24 horas del día y han concentrado en la zona central del Mediterráneo fuerzas navales que tenían previamente en otras áreas de ese mar.

Además, países como España e Italia ya han puesto a disposición de la OTAN bases militares desde las que podrían partir aviones de combate y han ofrecido fuerzas propias para ayudar a imponer la zona de exclusión aérea.

EFE