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Mariano Rajoy del partido popular logro 137 escaños. | Foto: A.F.P.

ESPAÑA

Rajoy se abre paso en España

En el segundo intento de voto popular, el presidente encargado quedó cerca de gobernar de nuevo, pero en minoría. Por eso, su permanencia pendería de un hilo, y sería el peor escenario para el país.

2 de julio de 2016

El aumento sorpresivo del voto conservador en las elecciones en España pone a Mariano Rajoy a punto de ser reelegido. Pero gobernará en minoría, con la espada de Damocles sobre su cabeza, lo que sería el peor escenario. Rajoy apeló al miedo contra la “izquierda radical” de Unidos Podemos e impulsó el voto de los mayores de 60 años, que mantuvieron en el poder al Partido Popular pese a sus casos de corrupción.

“En esta Europa envejecida los mayores deciden el futuro de los jóvenes. Esto pasó con el brexit en Inglaterra y se repitió en España. Los viejos defienden su pensión, sus escasas propiedades y privilegios, y poco les importan las nuevas generaciones, que sufren el mayor desempleo de la historia reciente”, dijo a SEMANA el politólogo Fernando García.

Con solo 700.000 votos más que en los comicios anteriores, el PP logró 137 escaños, 14 adicionales, y está cerca de gobernar en minoría. La única opción para reemplazar a Rajoy es una alianza improbable entre PSOE y los nuevos partidos Ciudadanos y Unidos Podemos, que ya fracasó este año cuando Pedro Sánchez, del PSOE, y Albert Rivera, de Ciudadanos, firmaron un acuerdo e invitaron a Podemos, pero su líder Pablo Iglesias se negó.

Iglesias salió golpeado en estas elecciones. Perdió un millón de votos, pese a su alianza con Izquierda Unida, con la cual esperaba adelantar al PSOE e incluso al PP. “Él ya se veía presidente, pero al parecer a los comunistas de Izquierda Unida no les gustó la alianza con Podemos y a otros votantes les disgustó que no apoyara a Sánchez. Todo esto, sumado a su ambición, le pasó factura”, explicó a SEMANA la analista Marta Granados, de la Universidad Complutense de Madrid.

Pero peor le fue a Izquierda Unida, que durante décadas representó a los comunistas y era la tercera fuerza con más de 3 millones de votos antes de la irrupción de los nuevos partidos. Literalmente fue fagocitada por Podemos, y no tiene hoy representación propia en el parlamento.

El PSOE resistió el embate y, tal como ocurrió en la legislatura pasada, tiene la llave del nuevo gobierno. Solo logró 85 escaños, el peor resultado de su historia, pero del PSOE depende en primera medida que siga gobernando Rajoy o intentar la difícil alianza triple para forzar unas terceras elecciones.

Lo más sorprendente es que la corrupción del PP no haya afectado a Rajoy. La justicia tiene abiertas 6.000 investigaciones contra líderes del PP, la Policía ya demostró que este se ha financiado ilegalmente desde 1990 y que todas sus estructuras están invadidas de corruptos. Pero su voto fiel y monolítico, heredado de la dictadura franquista, se lo perdona todo.

Tampoco le afectó el escándalo que estalló poco antes de las elecciones cuando se conocieron grabaciones donde el ministro del Interior del PP, Jorge Fernández, conspiraba con el fiscal antifraude de Cataluña para atacar a los líderes de los partidos independentistas.

Lo único que ha debilitado el poder del PP es la aparición del partido Ciudadanos, creado por conservadores hartos de la corrupción. Rivera ha insistido en que solo apoyará al PP si cambia a su cúpula plagada de corrupción, pero a pesar de todo podría ser clave para la investidura de Rajoy como presidente.

Según el nuevo tablero, Rajoy podría ser proclamado si se abstienen los 85 diputados del PSOE. Pero aun si se niegan a ello, Rajoy podría conseguir la victoria en una segunda oportunidad con la abstención de Ciudadanos y otros partidos menores. “Albert Rivera tratará de mantener el protagonismo. Ciudadanos apoya hoy los gobiernos del PP en varias regiones, y no resultaría raro que se abstuviera en la segunda votación para permitirle a Rajoy un nuevo gobierno, pero, eso sí, con el control estricto de tres partidos fuertes que suman 188 diputados y 13 millones de votantes”, comentó a SEMANA el politólogo madrileño Francisco Ávila.

Para los analistas, la próxima legislatura será una pesadilla para Rajoy, pues no tiene asegurados los cuatro años, y en cualquier momento podría ser bloqueado por una moción de censura que forzaría nuevas elecciones en uno o dos años. Ese nuevo mandato es la peor noticia para más de 15 millones de votantes opositores, cansados de la corrupción y los recortes sociales del PP. Pero es la salida más viable para evitar unas terceras elecciones en el corto plazo y sacar a España del bloqueo en el que se encuentra.