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'GENERAL' DE 80

La fastuosa celebración de los 80 años del general más viejo del mundo incluye el mejor regalo: una ley de punto final para olvidar los crímenes de su régimen.

18 de diciembre de 1995

EL SABADO 25 EL EX DICTAdor Augusto Pinochet cumplirá 80 años. Ese día se acercará un poco más al vaticinio que un mago chino le hiciera a mediados de 1993, cuando visitó la República China: le dijo que llegaría a cumplir los 100 años.
Desde 1973 el general Pinochet se las ha arreglado para no pasar inadvertido en Chile y fuera de él; y como todo dictador que se respete ha convertido su fecha de nacimiento en un evento nacional del culto a su persona. Es por eso que este 25 de noviembre cuando cumpla sus 80 años echará, como ya lo ha advertido, la casa por la ventana.
Desde ya tiene aseguradas las primeras páginas de los diarios nacionales y, de acuerdo con lo que señalan en su oficina de relaciones públicas, un centenar de medios internacionales han solicitado entrevistas con el general. El anunciado discurso, según sus propias palabras, "será breve pero contundente". Además ha advertido que dirá "algunas cosas que he tenido guardadas desde hace mucho tiempo", lo cual preocupa a más de un chileno.
Para la ocasión Pinochet tratará de lucir lo más erguido posible. Llegará, no se sabe si de capa y espada o de civil, en uno de sus tres Mercedes Benz blindados azul claro, escoltado por dos ambulancias y dos furgones de vidrios oscuros. La entrada del general Pinochet al elegante centro de eventos Casa Piedra, ubicado en el barrio alto de Santiago, en la exclusiva calle Monseñor Escrivá de Balaguer, será pasadas las 21 horas, cuando los 1.800 invitados ya estén sentados en las mesas.
Junto a él estarán sus más leales servidores durante la dictadura, 'sus ministros'; también lo acompañarán un grupo de prósperos y agradecidos empresarios, quienes se han encargado personalmente de todos los sofisticados detalles que se requieren para hacer un cumpleaños con medidas de máxima seguridad.
El salón de 1.500 metros cuadrados tendrá una gran pantalla que estará mostrando al homenajeado lo que ocurre en las 19 fiestas similares que se estarán desarrollando a lo largo de Chile. También habrá cámaras que transmitirán vía satélite, todo lo que el general haga o diga, a los centros de celebración que compartirán minuto a minuto, gracias a la tecnología moderna, con el octogenario ex dictador.
El menú ha sido elegido de acuerdo con los gustos del general. Nada ha quedado al azar en este cumpleaños de Pinochet. Su mesa estará dispuesta de tal manera que su imagen se vea desde todos los ángulos. Así lo verán cuando salga a bailar con su señora, con quien ha compartido 52 años de vida, 22 de ellos en el poder; o cuando ajuste las pilas de su marcapasos al ver en la gran pantalla a una conocida bolerista chilena amiga suya que le cante desde algún lugar de Chile su canción preferida, El rey; o cuando, a través del audífono de su gastado oído, escuche una serenata de boleros.
Lo más importante serán los regalos que desde hace meses han sido publicitados por los organizadores de la exuberante fiesta. En esta ocasión Pinochet recibirá como obsequio una flamante fundación que se llamará 'Presidente Pinochet'; para ello cada invitado (1.800 en Santiago y no se sabe cuántos en las 19 fiestas simultáneas) ha contribuido con 150 dólares. Además le será entregado el libro Pinochet el hombre, que consta de un prólogo sobre la trascendencia de su obra y 300 entrevistas a personas que lo han conocido: amigos, ex colaboradores, periodistas, militares y parientes. Este libro será un obsequio que también recibirán los asistentes.
No está claro si entre los invitados al cumpleaños interactivo del ex dictador Pinochet hay personalidades del actual gobierno. Para ahorrarse cualquier tipo de explicación el presidente Eduardo Frei ha salido de viaje por 15 días; por lo tanto no se sabrá si es que está invitado a la fiesta de su comandante en jefe, el general más antiguo en el cargo a nivel mundial. Además el gobierno está demasiado preocupado tratando de conseguir apoyo de los sectores socialistas para dar al general el mejor regalo en sus 80 años: una ley de punto final que será enviada al Parlamento para su aprobación y que significa el término de las indagaciones judiciales acerca de los detenidos desaparecidos.
¡Qué más puede esperar de la vida un ex dictador!