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El presupuesto de los centros de desradicalización pasó de 60 a 100 millones de euros. | Foto: Tomada de BBC

FRANCIA

Cómo ‘desradicalizar’ a un yihadista

Con centros de reinserción, el gobierno francés quiere disminuir el extremismo en los jóvenes musulmanes que se han detectado como más propensos a cometer actos terroristas.

13 de mayo de 2016

La Policía de Francia tiene fichados a 9.300 jóvenes radicales islamistas, por lo cual el gobierno lanzó una iniciativa que podría reinsertarlos a la sociedad francesa. Se trata de Centros de Ciudadanía y Reinserción, y la idea es que haya uno en cada región del país. Por medio de la enseñanza se desradicalizaría a los estudiantes.

El primer centro estaría en el castillo de Pontourny en Beaumont-en Véron- para mediados de 2016 y los primeros reclutados se elegirían en septiembre. Las condiciones para asistir a los centros de reinserción son, de forma prioritaria, los voluntarios “que nunca hayan ido a Siria” y, en segundo lugar, aquellos “que ya hayan estado allí”, pero que estén “vigilados” y “que nunca hayan sido encarcelados” ni tengan cuentas pendientes con la justicia.

El primer ministro francés, Manuel Valls, sostuvo que los primeros en entrar “podrían ser aquellos que estén arrepentidos y a quienes se les examinará su sinceridad y su voluntad de reinsertarse”. El gobierno espera que para finales de 2017, ya estén listos los 13 centros previstos.

El objetivo principal es resocializar a los jóvenes “en el modelo republicano”, con programas de aprendizaje que incorporen su ocupación todo el día, el deporte y el trabajo psicológico individual y grupal. La idea es que los ‘radicalisés’ (radicalizados, en francés) “duden” y “se apropien de su espíritu crítico” a través de “seminarios sobre la religión y la laicidad”.

El segundo centro será operacional y “tratará los casos más pesados” de los extremistas que estén “en manos de la justicia” y que no llegarán voluntariamente. De esta manera, la entidad de desradicalización se presenta como una alternativa al encarcelamiento: “su deuda debe ser pagada en prisión, pero eso no es suficiente, también hay que ‘desprogramar’ a estas personas”, dijo un alto funcionario del gobierno según Le Figaro.

“Cada época tiene sus desafíos. La lucha contra el yihadismo es el gran desafío de nuestra generación”, afirmó Valls cuando presentó el nuevo proyecto nacional.

Según  el ministro de Administración Local, Patrick Kanner, en Francia hay cien barrios que se asemejan a Moleenbeek, el barrio de Bruselas que se convirtió en el caldo de cultivo de terroristas islámicos en Bélgica. Precisamente, los autores de los atentados del 13 de noviembre en París y del 22 de marzo en Bruselas nacieron allí.

Actualmente, hay 635 ciudadanos franceses identificados que combaten en Siria e Irak, según los datos de Valls. Hasta la fecha, han regresado 224 extremistas, que están encarcelados o vigilados policialmente.

El gobierno francés ha buscado integrar la lucha contra el terrorismo a la educación en general. Los profesores son formados para detectar cambios de comportamiento y de vestimenta en los alumnos, interés repentino por la religión o rechazo a hablar con mujeres.

Además, Francia formará a expertos y agentes de espionaje para que detecten las radicalizaciones en las cárceles. El gobierno tendrá la facultad de suspender la cobertura social a quienes viajen a Siria e Irak, así como ha abierto 24 expedientes de personas que han apoyado financieramente a las redes de captación de yihadistas para congelar sus bienes.

Actualmente, en el país sigue en pie el estado de excepción, motivo por el cual se han cerrado 4.800 páginas y cuentas de internet y han detenido sin orden judicial a cientos de personas.

Las medidas hacen parte del “plan anti-yihadismo” de Valls. El presupuesto de los centros de desradicalización pasó de 60 a 100 millones de euros, cifra que podrá aumentar en 2018, con miras a su duplicación según los resultados.

Sin embargo, aún queda esperar qué tan exitosas serán las medidas para “prevenir, detectar y perseguir” a los extremistas islámicos y qué tan eficiente será la reinserción a los ideales republicanos franceses.