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El polo está caliente

No hay que bromear con los rusos.

5 de octubre de 2013

No hay que bromear con los rusos. La semana pasada un grupo de militantes de Greenpeace trató de abordar una plataforma petrolera en el Ártico para protestar contra la explotación de hidrocarburos en la región. Como si fueran terroristas, fuerzas especiales rusas se lanzaron desde helicópteros sobre ellos y dispararon tiros al aire. Veintiocho activistas y dos periodistas que los acompañaban fueron apresados y acusados de “piratería en grupo organizado”, un cargo que hasta al presidente Vladimir Putin le pareció absurdo.  Por eso es probable que les pongan multas fuertes y los expulsen de Rusia pero que les quede claro que en ese país no pueden hacer lo que quieran. Con el calentamiento global, al derretirse los polos, se desató una carrera por los recursos que esconde el Ártico, uno de los pocos espacios preservados del planeta.