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Haití todavía en escombros tras el terremoto

Por otro lado, se teme que la situación humanitaria empeorará con la temporada de huracanes. Los refugios de emergencia de lona no son lo suficientemente fuertes como para soportar el mal tiempo y muchos campamentos temporales también son propensos a las inundaciones severas.

Alianza BBC
12 de julio de 2010

El costo humano del terremoto en Haití ha sido enorme: millones se quedaron con hambre, sin forma de ganarse la vida, y con sus hogares, escuelas y hospitales destruidos.

El terremoto -el más poderoso en sacudir a Haití en los últimos dos siglos- causó el máximo impacto al golpear la zona más densamente poblada del país.

Una evaluación del gobierno dijo que el daño era aún más grave pues se produjo después de un período de relativa estabilidad, cuando la gente había empezado a ver sus condiciones de vida mejoraban.

Un llamamiento de emergencia lanzado por la comunidad de ayuda internacional a los pocos días del terremoto llegó rápidamente a los US$577 millones que eran su objetivo, pero éste tuvo que ser revisado al alza un mes más tarde, cuando la totalidad de la necesidad para la operación humanitaria se hizo evidente.

La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) hizo pública una nueva meta de US$1.500 millones en un llamamiento urgente. El objetivo principal era proporcionar un "entorno de vida seguro y saludable para todas las personas afectadas hasta que la reconstrucción restaure la normalidad".

En julio, el 64 por ciento del llamamiento urgente se había cumplido, de acuerdo con la OCHA, ya sea en la financiación directa o en compromisos vinculantes para proporcionar financiación.

Aún falta mucho
En total, en abril, la comunidad internacional se comprometió a donar un total de US$9.900 millones tanto en ayuda inmediata y como a largo plazo, en una conferencia de donantes de la ONU.

Según Jean Renald Clerisme, el asesor del presidente René Preval , le dijo a la BBC que el gobierno haitiano no ha recibido el dinero prometido por los donantes, necesario para comprar terreno y reconstruir.

"En la reunión de grandes donantes en Nueva York, se nos prometió US$10.000 millones pero no hemos recibido ni 2% de este dinero... ¿cómo se explica eso?".

Por otro lado, se teme que la situación humanitaria empeorará con la temporada de huracanes. Los refugios de emergencia de lona no son lo suficientemente fuertes como para soportar el mal tiempo y muchos campamentos temporales también son propensos a las inundaciones severas.

"Con tanta gente todavía tan vulnerable después del reciente terremoto, las consecuencias de un huracán este año podrían ser devastadoras", señala Sarah Muscroft, jefe de la OCHA en Haití.

Los trabajadores humanitarios están distribuyendo y construyendo "refugios de transición", que tienen marcos de acero o madera y ofrecen más protección que las lonas y tiendas de campaña, pero estos toman un tiempo relativamente largo para construir.

Los esfuerzos también se dificultan debido a los aproximadamente 20 millones de metros cúbicos de escombros que dejó el terremoto. El último plan de acción de la OCHA apunta a limpiar el 10 por ciento de los escombros, pero se tardará 90 días y su costo es de US$120 millones.

Planes por concretar
De marzo, el gobierno haitiano publicó un estudio preliminar de daños y análisis de necesidades, que estimó el costo de la reconstrucción del país sería de US$11.500 millones, distribuidos en gobernabilidad, medio ambiente, sectores sociales, infraestructura y producción.

La situación antes del sismo era mala. El plan es ofrecer algo mejor.
Los servicios sociales ya eran insuficientes antes del terremoto. Muchos niños no asistían a la escuela y el 38por ciento de la población mayor de 15 años era analfabeta.

Parte del dinero de la reconstrucción se destinaría a ofrecer educación primaria gratuita para todos, mejorar el acceso a los servicios de salud y reducir la malnutrición.

El dinero gastado en la infraestructura incluiría la formación en técnicas de construcción para reducir los riesgos, la restauración de carreteras y las redes de telecomunicaciones.

Antes del terremoto, el desempleo se situaba en un 30 por ciento. Comercio, turismo, transporte y comunicación fueron muy afectados por el sismo y el plan es que los esfuerzos se centren en el crecimiento económico para crear nuevos puestos de trabajo, así como la mejora de las condiciones de trabajo.