Héroes clandestinos

La frontera de Uspensk en Ucrania parecía un desierto hasta esta semana. Nadie cruzaba al territorio de Rusia y los guardias morían de aburrimiento. Pero todo cambió cuando un camión con cruces rojas pedía permiso para atravesar el límite. “Personas a las que no se puede objetar, me pidieron llevar este camión a Rusia, afirmaron únicamente que es un asunto importante,” señaló Slav, el conductor del vehículo. La realidad era que en su interior viajaban clandestinamente 31 ataúdes marcados con etiquetas de la República Popular de Donetsk (RPD) con cadáveres de ciudadanos rusos muertos en combate en el aeropuerto de Donetsk, el pasado 26 de mayo. Aunque el gobierno de Vladimir Putin siempre ha negado la participación de ciudadanos rusos en el conflicto, los 31 ataúdes ocultos demostraron lo contrario. Representantes de la RPD aseguraron a varios periodistas que acompañaron el proceso en la frontera, que enviaban de regreso a casa a voluntarios que habían llegado para apoyar la lucha de sus milicias y que el camión viajaría sin acompañamiento de hombres armados para evitar provocaciones. Lo más espeluznante es que el día anterior al viaje los cuerpos habían sido retirados de la morgue y enviados a una heladería, donde reposaron guardados en las neveras hasta que regresaron a su país.