Jugada maestra

El miercoles de la semana pasada, en medio de duros combates por el control de Grozny, capital de Chechenia, asumió su cargo como presidente interino de Rusia Vladimir Putin después de la sorpresiva renuncia de Boris Yeltsin en el último día del año. De inmediato Putin tomó una serie de medidas —como destituir a la hija de Yeltsin de su cargo de consejera presidencial— que fueron interpretadas por los analistas como una jugada estratégica para consolidar desde ahora el que será sin duda el nuevo equipo de gobierno una vez se realicen las elecciones previstas para el 26 de marzo. Es más, no faltaron quienes dijeran que el objetivo de Putin es tratar de adelantar al máximo las elecciones con el fin de evitar cualquier sorpresa y aprovechar el apoyo que ha recibido por su dura posición con respecto al conflicto de Chechenia.