Jugar a la guerra

En varios países de la antigua Unión Soviética la escasez de dinero ha hecho que las fuerzas armadas anden en busca de alguna forma de levantar al menos lo necesario para mantener los equipos y pagar al personal. Pero en Ucrania acaban de salir con una manera muy imaginativa de enfrentar el problema. Conscientes de la fascinación que ejercen las armas, y sobre todo las del otrora misterioso bloque comunista, las autoridades ucranianas acaban de anunciar un plan para abrir al público tres bases aéreas y 11 campos de entrenamiento, que serán ofrecidos en paquetes turísticos. La tarifa, que no será barata, incluye la posibilidad de recibir entrenamiento en el uso de armas como el fusil AK-47, el tanque T-72 y hasta el avión de caza MiG 29 (foto). Así que, por una suma desconocida aún, cualquiera podrá jugar a soldado con las armas que aterrorizaron al mundo en la Guerra Fría.