La caída de una estrella

La prominente estrella del Partido Comunista chino se sentó en el banquillo de los acusados en uno de los juicios más esperados de los últimos tiempos, el primero de la historia en ser transmitido por internet. 

Bo Xilai, una figura destinada al máximo órgano de poder de China, el Comité Permanente del Politburó, veía así el fin de sus ilusiones,  acusado de aceptar sobornos, corrupción y abuso de poder. Bo comenzó a caer en desgracia desde que su esposa, Gu Kalai, fue acusada por la muerte de un hombre británico, amigo de la familia, y condenada en agosto pasado.

El exdirigente chino negó durante el juicio el cargo de corrupción por haber recibido 3,2 millones de dólares del empresario y amigo de la familia Xu Ming. Los expertos aseguran que el juicio será el puntillazo final de una carrera política que parecía destinada a llegar a lo más alto del poder.