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El presidente, Juan Manuel Santos (c), visitó el centro de prensa de la VI Cumbre de las Américas el miércoles en Cartagena. | Foto: EFE/Mauricio Dueñas

PRENSA

La conquista del cuarto poder

Se trata del otro 'nuevo mejor amigo'. Toda la prensa internacional está hablando de Juan Manuel Santos. ¿Cómo los cautivó?

Paula Durán, enviada especial.
14 de abril de 2012

El viernes en la tarde, antes de cumplirle la cita futbolística a Evo Morales, Juan Manuel Santos corrió otro tipo de maratón y estableció un nuevo récord. En menos de una hora, en una suite del Hotel Caribe, atendió a cinco de los medios más importantes de Estados Unidos—NBC, CBS, ABC, FOX y CNN— y les concedió una entrevista de cinco minutos contados a cada uno. Y eso fue solo el viernes.
 
En las últimas semanas también ha dado entrevistas a Época de Brasil, a El Universal de México y hasta al Washington Post, diario que en los últimos años del gobierno de Álvaro Uribe mantuvo una dura línea editorial contra Colombia. El periódico estadounidense publicó un diálogo amable entre Juan Forero, el corresponsal del Post en Bogotá, y el presidente Santos sobre la legalización de las drogas.
 
Por su parte, The Economist comparó los estilos de Santos y Uribe y afirmó que mientras el primero era urbano y cerebral, el segundo era intenso y folclórico. Y aún más diciente es el hecho de que por primera vez un presidente colombiano llegó a la portada de Time. La revista dedicó su última edición europea a Santos y el buen momento que vive Colombia. ¿El título? The Colombian Comeback. (El resurgir de Colombia).

¿A qué se debe esta bonanza periodística? Si bien el papel de anfitrión de la Cumbre de las Américas convierte a Colombia en el país de moda para los medios del hemisferio, todo indica que la relación entre la prensa internacional y el gobierno colombiano -quebrantada en los últimos años- está cambiando de tinta. Atrás parecen haber quedado los días de sucesos como el famoso "siguiente pregunta, amigo", que le contestó el expresidente Uribe a la BBC.

Lo cierto es que Santos no sólo vive una prolongada luna de miel con los medios nacionales sino que también ha logrado convertir a la prensa internacional en otro de sus nuevos mejores amigos. Esto se debe a varios motivos. El primero, los indicadores. Para los periodistas extranjeros no deja de ser atractivo que en una nación que hace poco era un "país problema", la inversión esté disparada, la economía floreciendo y la seguridad bajo control.

Otra explicación tiene que ver con los estilos de gobierno. Si bien el presidente Uribe fue responsable de convertir a Colombia en un país viable, también es cierto que el exmandatario no se preocupó por contárselo bien al mundo. No lo trasnochaba la prensa internacional y, al revés, tuvo más de un encontrón con medios extranjeros. Santos, por el contrario, esta dedicado a vender este cuarto de hora de Colombia.
 
Por ejemplo, convencer a los periodistas internacionales de que el país se merecía una nueva oportunidad fue un esfuerzo mancomunado entre diplomáticos y asesores del gobierno que, durante un año y medio, se dedicaron al lobby para mostrar los cambios y avances del país. Entre estos los más taquilleros fueron el talante conciliador de Santos, el 'boom' minero-energético, el giro en política exterior y el cambio de discurso del país, que pasó de hablar de guerra a hablar de prosperidad. Así lograron cambiar el chip y así se logró la portada de la revista Time.

En este sentido, no deja de ser importante que el presidente sea, antes que nada, periodista. Santos conoce muy bien el poder de los medios. Por esto, recibe a los periodistas que lo buscan y se preocupa por que se sientan atendidos. A tal punto que la primera aparición pública de Santos en Cartagena fue en la sala de prensa el martes pasado, para preguntarle a los reporteros: "¿Qué les hace falta?".

Y antes de embarcarse en cualquier viaje, sus asesores de prensa están en contacto con los medios más importantes del país de destino, para asegurar entrevistas y artículos sobre Colombia y su presidente.
 
Así es como han logrado que entrevistas como la que concedió Santos a The Guardian, marquen la agenda y enciendan debates importantes, como el de la droga. En noviembre pasado el presidente le declaró al diario británico: "Es tiempo de repensar la guerra contra las drogas". En otras palabras, Santos tiene claro que de una buena llave entre el gobierno y los medios internacionales depende, en gran medida, su imagen y la de Colombia.

También es cierto que los mismos corresponsales han notado un cambio en la política colombiana. Y eso es mucho decir. Colombia es un país sui generis que durante los últimos 20 años, ha acogido corresponsales de algunos medios prestigiosos en el mundo, como John Otis de Time, Sibylla Brodzinsky de The Economist, y Chris Kraull del L. A. Times, entre otros.
 
Ellos se quedaron a vivir en Colombia, por amor o por el oficio, y no le comen cuento al discurso oficial. Con su conocimiento adquirido a través de los años y en terreno, son ellos quienes saben cuando la realidad está cambiando, no solo de forma sino de fondo. Y a juzgar por sus artículos más recientes, le están dando otra oportunidad al país.

"Tendiendo puentes, todo es posible", dijo Santos en su discurso inaugural de la Cumbre de las Américas. Él lo sabe más que nadie, porque además de dedicarse a reconstruir puentes quemados tanto afuera como adentro, también se ha dedicado a tender puentes con los medios internacionales. Los resultados hablan por sí solos. Solo queda esperar que esta buena racha sea duradera.