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La cortina se oxida

Qué sucede en los países comunistas donde la perestroika es un sueño remoto.

18 de diciembre de 1989

Se trata del tema de la década. No es para menos, pues Europa oriental, la parte del mundo que se ha conocido como el "bloque soviético" durante los últimos 40 años, se desmorona casi a los ojos del mundo.
Se trata del eco de las políticas preconizadas desde el Kremlin por Mijail Gorbachov, quien con su rechazo a la doctrina Brezhnev, que permitía a la URSS intervenir militarmente en "sus" países en defensa del socialismo, sentó las bases para que sus aliados buscaran su propia salida democrática.
Pero si algunos, como Polonia y Hungría, ya tomaron su destino en sus manos, en Europa oriental siguen vigentes algunos regímenes en los cuales los vientos de cambio no se sienten, o apenas son una ligera brisa sin fuerza alguna, por lo menos por ahora. Aquí están, estos son:
BULGARIA
En Bulgaria existen ligeras esperanzas de cambio. La fuente de esas expectivas es la sorpresiva salida del poder de Todor Zhivkov, quien había manejado al país con mano de hierro desde 1954, lo que lo convertía en el dirigente más antiguo del bloque comunista. El casi octogenario Zhivkov fue remplazado por su ministro de Relaciones Exteriores, Petar Mladenov. El movimiento resultó un verdadero "palo", pues el viejo líder se había mantenido firme en su visión del comunismo ortodoxo, mientras sus vecinos del noroeste se sacudían del sueño de tantos años.
Pero aunque el nuevo líder de 53 años no es considerado un dogmático, sus promesas de cambio no parecen despertar demasiadas expectativas en el país. Parte de esa falta de entusiasmo es la percepción que tienen los búlgaros de que todavía existe pugna por el poder en la cúpula del gobierno de Sofía. Pero además sus palabras al Comité Central, según las cuales "no hay alternativa a la reestructuración" y "el presente sistema ha probado su total ineficacia", deben ser tomadas con beneficio de inventario, entre otras cosas, dicen los búlgaros, porque ese tipo de manifestaciones se había convertido en una especie de "letanías" proclamadas una y otra vez por su predecesor, desde hace por lo menos dos años, sin que la sociedad hubiera visto viraje alguno, a lo que se suma que ya anunció su oposición a cualquier posibilidad de pluralismo político. Pero un grupo ecologista, Eco-Glasnost, recibió su carta de naturaleza, lo que se vio como buen indicio a favor del cambio.
RUMANIA
Si alguien pregunta por Stalin, hay que decirle que está vivito y coleando en Rumania. Este país, considerado uno de los más pobres del bloque soviético, sigue bajo la férula del dictador megalómano Nicolás Ceausescu, de 71 años, quien ascendió al poder en 1965. Las historias negras sobre este dictador son de nunca acabar, con ingredientes de nepotismo -su esposa es, según se dice, quien lleva los pantalones en el país-, corrupción y represión de cualquier voz disidente.
Desde hace aproximadamente dos años el gobierno de Bucarest está empeñado en convertir a Rumania, de sociedad agrícola atrasada, en una "potencia industrial moderna". Pero algunos de los métodos usados causan enorme preocupación en Occidente, pues para Ceausescu una de las muestras de atraso es la presencia de esas hermosas villas, algunas medievales, que tapizan el paisaje del país. En nombre del progreso estalinista, el dictador y su esposa no han dudado en arrasarlo todo para construír edificios "modernos" que hablen mejor del nivel de vida de sus gentes.
CHECOSLOVAQUIA
La situación de Checoslovaquia resulta paradójica. Por un lado, la dirigencia del país permitió el tránsito por su territorio de miles de alemanes orientales, hasta que la ruta perdió su vigencia al abrirse la frontera interalemana. Pero los ideólogos a cargo de la política de Praga continúan opuestos rígidamente a cualquier clase de reformas.
Eso se demostró recientemente cuando algunos de los disidentes más conocidos del país fueron encarcelados en los días precedentes a la celebración del aniversario de la fundación de la democracia checa hace 71 años. El propio día de la conmemoración, el 28 de octubre, policías fuertemente armados disolvieron una manifestación de miles de personas que pretendían realizar una marcha silenciosa por las calles de Praga para pedir un mayor grado de libertad y el fin del régimen comunista.
Pero las esperanzas no desaparecen. El mes pasado los disidentes recibieron un inesperado empujón cuando se revelaron unas grabaciones en las que el dirigente Milos Jakes reconocía, en una reunión privada del partido, que sus políticas de línea dura habían perdido el favor popular.
Pero, además, la semana pasada los checos recibieron la buena noticia de que las restricciones de los viajes al extranjero se habían aliviado un poco.
ALBANIA
El caso de este pequeño país limítrofe con Grecia se sale de los moldes, al punto de que hace tiempo no se le considera alineado con la URSS.
Es que para el gobierno de Tirana la Unión Soviética dejó, desde las épocas de Nikita Kruschev, de ser el modelo comunista para convertirse en una herejía al verdadero marxismo.
Uno de los países más aislados del mundo entero, nadie, o casi nadie, sale o entra a Albania, donde la propiedad privada está estrictamente prohibida. No hay automóviles particulares, la religión es un delito y ni siquiera los chinos son mirados con buenos ojos desde que empezaron sus contactos con Occidente en 1978.