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El 11 de enero, un millón y medio de personas se congregaron en la plaza de la República de París para rechazar el terrorismo y rendir homenaje a los caricaturistas. | Foto: A.F.P. - A.P.

FRANCIA

La era pos-‘Charlie Hebdo’

Diez días después del ataque del 7 de enero contra la redacción del semanario satírico, el mundo empieza a ver cómo la nueva ola de terror podría cambiar el orden político y social del planeta.

17 de enero de 2015

El mundo tras la masacre

SEMANA consultó a varios expertos y estas son seis hipótesis de lo que
se avecina después de los atentados de París.

1. Se radicalizará la política francesa.
Después del atentado, el primer ministro francés, Manuel Valls, habló de “guerra” contra el terror. Este es un fuerte indicio de que el Partido Socialista quiere cambiar su imagen de blando contra el terrorismo y así impedir que el expresidente Nicolas Sarkozy y la ultraderechista Marine Le Pen saquen provecho político de la coyuntura.

2. Se cerrarán las puertas de Europa.
La masacre podría llevar a un incremento en las actividades de inteligencia y vigilancia, en particular en las ciudades. Aunque parece improbable que se desarrolle un Estado policivo, es previsible que se les siga exigiendo visa a los ciudadanos de los países con grupos terroristas, aunque no sean islamistas. Esto podría afectar a Colombia.

3. Crecerá la islamofobia.
Según el Observatorio Francés contra la islamofobia, 26 mezquitas han sufrido ataques con explosivos, armas de fuego y cocteles molotov desde la matanza de Charlie Hebdo. Esto se suma a la ola de odio antimusulmán que desde hace ya algunos años recorre Europa y ahora solo aumentará.

4. La prensa se dividirá.
Jyllands Posten, periódico que hace nueve años publicó unas caricaturas de Mahoma y sufrió las consecuencias, se negó a reproducir las caricaturistas de Charlie Hebdo. Esto muestra que ahora incluso los periodistas europeos sienten miedo. Que el ataque se haya producido en una capital como París envía el mensaje de que ya no hay refugios seguros para los periodistas.

5. Se expandirá el yihadismo.
La masacre de París podría servir a grupos como Isis y Al Qaeda de material propagandístico para mostrar lo lejos que pueden llegar sus combatientes. Muchos jóvenes de los suburbios europeos seguirán partiendo hacia Siria e Irak para entrenarse para la ‘guerra santa’.

6. Seguirá la guerra contra el terror.
Los ataques podrían no solo obligar a las autoridades a reforzar las medidas de seguridad migratoria y a incrementar la presencia de las agencias de inteligencia en Oriente Medio, sino también justificar nuevas intervenciones militares en la región. Estas últimas podrían terminar siendo contraproducentes al incentivar la rencilla contra Occidente.

Cinco millones

De ejemplares de su primera edición después del ataque imprimió Charlie Hebdo. La revista circuló el miércoles, una semana después del atentado, y se agotó en horas. La carátula muestra una caricatura dibujada por Renald Luzier, más conocido como Luz, en la que Mahoma llora mientas sostiene un aviso que dice “Yo soy Charlie” y, más abajo, “Todo ha sido perdonado”. La “edición de los sobrevivientes”, como la bautizaron los empleados del periódico, salió en seis idiomas, entre otros, en inglés, árabe y turco, y los ingresos irán a las familias de las víctimas. El grupo Isis calificó la publicación como “un acto extremadamente estúpido”. Gérard Biard, el jefe de redacción de la revista, dijo que él y el equipo habían hecho la edición “con entusiasmo, pero también con mucho dolor”. La edición ya es un hito en la historia del periodismo y promete convertirse en una pieza de colección.

Adiós a los lápices

La semana pasada fue de inmensa tristeza para las familias de los asesinados. El domingo, los parisienses le rindieron honores a Ahmed Merabet, el policía de raíces argelinas asesinado. El miércoles, en un evento cerrado, los allegados del veterano caricaturista Jean ‘Cabu’ Cabut lo enterraron en Chalons-en-Champagne, al noreste de Francia. Un día después Bernard ‘Tignous’ Verlhac fue despedido en Montreuil (foto), en las afueras de París. La familia del otro veterano, Georges Wolinski y la de la columnista Elsa Cayat hicieron lo suyo en ceremonias privadas, mientras que una multitud le dio el último adiós a Frank Brinsolaro, el guardaespaldas del director, Stephane ‘Charb’ Charbonnier. Este último fue enterrado en Pontoise, a las afueras de París.

Se expande la ola: Bélgica, Alemania, Reino Unido

El jueves, la Policía belga llevó a cabo 12 operativos en la ciudad de Verviers contra un grupo islamista que, según los investigadores, estaba a punto de lanzar “ataques terroristas de gran escala”. Durante un intercambio de tiros, los agentes abatieron a dos hombres que habían abierto fuego contra ellos desde un apartamento, justo encima de una panadería en el centro de la ciudad. Una tercera persona fue detenida. Los tres, presuntamente integrantes de esa célula yihadista, eran ciudadanos belgas. Ese mismo día, las autoridades de Francia, Inglaterra y Alemania detuvieron a varias personas, y el viernes, el semanario alemán Der Spiegel anunció un informe en su edición de este domingo, según el cual grupos terroristas estarían preparando atentados en las estaciones de trenes de Berlín y Dresde, así como contra quienes participen en las manifestaciones del polémico movimiento de tendencia antimusulmana Pegida. Estos hechos han propulsado la ola de miedo que ya se expande por toda Europa desde la masacre de Charlie Hebdo.

Frase
“Sí, yo soy Charlie”

Dijo conmovido el escritor francés Michel Houellebecq en una entrevista con la cadena Canal+ poco después de la masacre. Su nueva novela Sumisión describe una Francia del futuro en la que un musulmán llega al poder.

¿Ser o no ser?

El uso masivo de avisos con la frase Je suis Charlie desató una controversia en el mundo. Hubo quienes adoptaron la posición contraria, otros que la adaptaron para recordar a Ahmed Merabet, el policía acribillado en la calle y unos pocos que la transformaron en una apología a los atacantes.

Otros intentos

Un vistazo al pasado permite saber que esta no es la primera vez que el terrorismo intenta ‘borrar del mapa’ a todo un medio de comunicación.

• Colombia
El 2 de septiembre de 1989, el cartel de Medellín detonó un carro bomba con 135 kilos de dinamita en las instalaciones de El Espectador. El atentado dejó 73 heridos y destruyó la sede del diario.

• México
El 6 de febrero de 2006, un grupo de hombres armados lanzaron una granada contra el diario El Mañana de Nuevo Laredo. Luego irrumpieron en sus instalaciones, dispararon a mansalva e hirieron a un periodista.

• Irak

El 5 de octubre de 2013, varios hombres armados entraron disparando al estudio de la cadena Al-Shaabiya en Mosul. En el atentado murieron cinco periodistas y seis miembros del equipo técnico.

• Somalia

El 11 de octubre de 2014, una bomba estalló en los estudios del canal de noticias Mogadiscio Somalia. Tres periodistas murieron. Al día siguiente, dos hombres asesinaron al director, Abdirizak Jama Elmi, en su residencia.

• Pakistán

Entre 2013 y 2014, la cadena Express News sufrió una decena de atentados terroristas, la mayoría en su sede de Karachi, que dejaron cuatro periodistas muertos. En una emboscada en 2014, murieron a su vez un técnico, un agente de seguridad y un conductor.