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ELECCIONES EE.UU.

La gran incógnita de las elecciones de EE.UU.

¿Cómo votarán los independientes en EE.UU.? Son un grupo diverso pero podrían definir la elección presidencial si uno u otro candidato logra cautivarlos.

Alianza BBC
2 de noviembre de 2012

Los votantes independientes en Estados Unidos representan un tercio del electorado que, aunque rechazan los tradicionales partidos políticos, podrían darle la victoria al candidato presidencial que logre cautivarlos con un mensaje menos polarizado que el que se esgrime en las campañas.

El problema es que son difíciles de definir en términos tanto demográficos como ideológicos. No son un grupo monolítico y aunque tienen una corriente de pensamiento que los coloca entre los demócratas y los republicanos, no se puede decir que son del centro.

Lo que sí está claro es que protestan contra la estructura tradicional que controla el proceso político del país y el partidismo extremo que domina el debate y que aleja a uno y otro candidato de la posibilidad de ganar su voto.

Sin partido
 
Los independientes no son un partido. Eso es precisamente contra lo que reaccionan. No obstante, sus adeptos aseguran que forman 40% del electorado de EE.UU. que ha crecido exponencialmente en las últimas décadas.

John Avalon, columnista, analista y autor del libro "Nación Independiente", dijo a la BBC que el crecimiento del movimiento coincide con la polarización de los partidos tradicionales.

"Es una protesta contra los demócratas y los republicanos que se están doblegando ante sus bases más extremistas e ignorando la mayoría moderada".

Se acepta que, en rasgos generales, se afilian más con los republicanos en temas económicos y con los demócratas en temas sociales. "Su postura política es el reflejo más fiel de la postura nacional", comentó el autor, pero advirtió que no se trata de un fácil centrismo.

Según el pensamiento del independiente, las reglas que gobiernan la política en EE.UU. están manipuladas para favorecer a los dos partidos tradicionales que les permiten solo a ellos sostener sus primarias o redibujar los distritos electorales para concentrar adeptos.

El independiente es el menos religioso de todos, está frustrado con los grupos de interés que se han adueñado del sistema político, buscan la cooperación entre los partidos para el bien nacional y, sobre todo, abogan por una profunda reforma electoral.

De acuerdo a Jacqueline Salit, autora de "Independence Rising" (Independencia en ascenso) y fundadora de la mayor organización de votantes independientes del país, la reforma electoral es lo que más se acerca a una plataforma política de este movimiento. "Eso es lo que los une", expresó a la BBC. "Es el cambio del proceso para que sea la gente quien esté en control y no el partido".

Creciendo en números
 
¿Quién conforma ese grupo? Es algo que ha sido muy debatido, en parte porque no están afiliados a nada.

"La corriente tradicional política y algunos analistas tratan de convencernos de que los independientes realmente no existen, que no tienen identidad", resaltó Salit. "Su identidad viene de su protesta contra los partidos, contra el partidismo y contra las ideologías restrictivas".

Pero no es posible tener un mapa demográfico de lo que son, pues representan varios segmentos de los sociedad estadounidense. Para John Avalon "son una muestra representativa de Estados Unidos" que se alinea cada vez más con el total de la sociedad a medida que los republicanos y demócratas pierden más de su base.

Se estima también que cada vez hay más jóvenes que se declaran independientes en parte porque están desconectados de las afiliaciones partidistas de sus padres. John Avalon se refiera a ellos como la generación del milenio, aquellos que nacieron en los años 90 y están entrando a la adultez con la opción de votar.

Jacqueline Salit añade, sin embargo, que el movimiento está cambiando para incluir personas de estratos económicos diferentes, más multigeneracional y multiracial.

"Entre los latinos, 51% se considera independiente, eso es un factor inmenso", afirmó. "También los afroamericanos entre los 18 y 29 años, el 31% son independientes".

Y no es que no se hayan hecho sentir. Salit recuerda que el movimiento apoyó a Barack Obama, en 2008, su campaña por la Casa Blanca, inspirados en el mensaje de "esperanza y cambio".

En las primarias demócratas contra Hilary Clinton, los independientes fueron la diferencia que le dio la nominación del partido y volvieron a salir en las elecciones presidenciales favoreciendo a Obama con 8% más del voto independiente sobre su rival John McCain.

No se debe presumir, sin embargo, que el movimiento no apoyado a los republicanos. McCain gozaba de buen respaldo independiente hasta que escogió a Sarah Palin -del ala más conservadora del partido- como compañera de fórmula.

Así como, en 2006, el voto independiente le dio la mayoría en el Congreso a los demócratas revirtieron ese resultado en las elecciones legislativas de 2010.

Un factor volátil
 
Con una fuerza volátil que será un factor decisivo en esta contienda presidencial. "Es sorprendente cómo los demócratas y los republicanos han fracasado en poder encontrar ese centro de descontento y captarlo", expresó John Avalon a la BBC. "Los dos partidos siguen haciendo política siguiendo las reglas de la revolución industrial"

El columnista dice que la generación del milenio se crió con opciones individuales en todo lo que hacen. "La política es el último reducto que les impone escoger entre 'a' y 'b'", indicó, "pero eso no cuadra en sus vidas. En algunas cosas son liberales, en otras conservadores".

Dado el papel que jugaron en 2008, tanto el republicano Mitt Romney como el presidente demócrata deberían prestarles más atención, considera Jacqueline Salit.

"Los independientes no están siendo bien servidos en esta elección tan polarizada y partidista", manifestó. "Las coaliciones que los partidos tradicionales formaron en el pasado en torno al movimiento ya no existen".

En una contienda tan apretada como la que revelan las recientes encuestas, la autora argumenta que los candidatos no pueden pretender que no existen. "Los tienen que reconocer como la fuerza que son, 40% del electorado, una marejada que no se puede ignorar".

Eso lo harían abordando los temas fundamentales de ese grupo como la reforma electoral, pero ese mismo tema es el que mantiene a los candidatos alejados, comenta John Avalon.

"Obama estuvo al comienzo conectado, pero perdió credibilidad porque no pudo despolarizar a Washington ni resolver la crisis del presupuesto y la deuda, una grande preocupación para los independientes", explicó.

"El Romney de hace cinco años, cuando hizo campaña para gobernador de Massachusetts, sería muy bueno", señaló, "pero como candidato presidencial está apelando a la derecha conservadora y eso va en contra de los principios de independientes".